En
preparación para el Jubileo de 2025, Roma inició en octubre la restauración de
la icónica Fontana de Trevi, una de las joyas del arte Barroco y un importante
atractivo turístico. Los trabajos incluyen labores de limpieza, mantenimiento y
preservación, y se espera que concluyan antes del 24 de diciembre de 2024,
justo a tiempo para recibir a los millones de peregrinos y visitantes que
llegarán a la ciudad durante el Jubileo.
La Fontana
de Trevi, normalmente llena de agua, ha sido vaciada temporalmente para
facilitar las labores de restauración. En su lugar, los turistas pueden
continuar la tradición de lanzar monedas —acto que, según la creencia popular,
garantiza un regreso a Roma—, pero ahora lo hacen en una bañera blanca
provisional con agua. Esta adaptación temporal permite que los visitantes
mantengan viva la costumbre sin afectar los trabajos en la fuente.
Para
proteger el monumento y permitir que los trabajos avancen sin interrupciones,
se ha instalado una valla de dos metros alrededor de la fuente. Esta barrera de
seguridad mantiene a los visitantes a distancia, aunque incluye una mampara de
cristal a través de la cual pueden seguir contemplando la fuente y el
desarrollo de los trabajos. Diariamente, alrededor de 12,000 personas se
acercan a ver la famosa fuente, lo que demuestra su relevancia tanto histórica
como cultural.
La
restauración forma parte de los preparativos de Roma para el Jubileo de 2025,
una celebración religiosa que atrae a millones de fieles y turistas a la ciudad
cada 25 años. Se estima que en esta ocasión llegarán unos 30 millones de
peregrinos. La renovación de la Fontana de Trevi es solo uno de los múltiples
proyectos de restauración que Roma está emprendiendo para recibir a los
visitantes, garantizando que los monumentos históricos de la ciudad luzcan en
su máximo esplendor durante este importante evento.