Maximiliano Salas, de Racing Club de Argentina, festeja su tanto ante Corinthians de Brasil en la ida de las semifinales de la Copa Sudamericana, el jueves 24 de octubre de 2024, en Sao Paulo
(Andre Penner /
Associated Press)
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Con la ilusión de volver a alzar un trofeo internacional por primera vez
en este siglo, Racing Club y Cruzeiro se medirán el sábado en la final de la
Copa Sudamericana.
El estadio La Nueva
Olla de Asunción tendrá lleno total para presenciar otra final entre equipos de
Argentina y Brasil, que, con nueve y cinco tÃtulos, respectivamente, lideran el
historial por paÃses de la competición.
El nuevo campeón
tomará el cetro de la Liga de Quito, que se coronó hace un año al vencer a
Fortaleza, y romperá el dominio de los equipos ecuatorianos que comenzó con
Independiente del Valle en 2022.
Racing, monarca de la Libertadores en 1967, busca
su primer festejo internacional en 36 años. La última celebración fue la
Supercopa de 1988 —antecesor de la Sudamericana— justamente ante Cruzeiro. De
aquel equipo era parte su actual entrenador Gustavo Costas.
“Racing es el amor de mi vida”, dijo Costas. “Estoy
ansioso, como todos los hinchas. La tranquilidad me la dan mis jugadores.
Estamos en un momento muy bueno”.
Por su parte, Cruzeiro ganó también la Supercopa en
1992 contra Racing. Esta será su primera final de un certamen internacional
desde 2009, cuando cayó ante Estudiantes por la Copa Libertadores. Su última
conquista fue la Recopa Sudamericana en 1998.
“La historia reciente de Cruzeiro es de mucho
sufrimiento”, comentó el técnico Fernando Diniz. “La afición ha sufrido mucho
en el pasado reciente y se merece este logro más que nadie. Estamos
comprometidos a hacer que esto suceda”.
Diniz, ex seleccionador de Brasil, tomó las riendas
del conjunto de Belo Horizonte en septiembre y buscará hacer historia si se
convierte en el tercer entrenador que gana la Libertadores (que obtuvo con
Fluminense en 2023) y la Sudamericana. De lograrlo, se unirÃa a su compatriota
Tite y al argentino Marcelo Gallardo.
Camino
a la final
La Academia llega al partido decisivo con un
recorrido casi perfecto. En la fase de grupos, sumó 15 puntos al imponerse en
cinco de seis enfrentamientos frente a Sportivo Luqueño, Bragantino y Coquimbo,
con un balance de 14 goles a favor y solo tres en contra.
En las etapas de eliminación directa, el conjunto
de Avellaneda superó a Huachipato (con marcador global 8-1), y a los brasileños
Athletico Paranaense (4-2) y Corinthians (4-3).
Cruzeiro, por su parte, terminó invicto la primera
ronda ante Universidad Católica, Alianza Lima y Unión La Calera. Mantuvo su
arco en cero en cinco partidos e hizo valer sus ocho tantos marcados.
La “Raposa” dejó en el camino a Boca Juniors en un
parejo duelo que se definió en la tanda de penales (5-4) en octavos de final.
Luego, venció a Libertad (3-1 en el agregado) y Lanús (2-1).
Figuras
de los finalistas
El esquema del Racing gira alrededor del colombiano
Juan Fernando Quintero, autor de los dos goles ante Corinthians y que les dio
el pase a la final.
El enganche de 31 años se unió a sus compañeros en
Asunción, tras disputar con su selección la doble fecha de las eliminatorias
para el Mundial 2026 en las que sumó un tanto de tiro libre contra Uruguay.
Otro jugador destacado es el arquero chileno
Gabriel Arias, quien a sus 37 años es el jugador más experimentado de los
académicos.
En la defensa destaca Marco Di Cesare, que disputó
los Juegos OlÃmpicos de ParÃs con Argentina; el mediocampista Santiago Sosa,
que combina calidad y firmeza en la zona medular; y el atacante Adrián “Maravilla”
MartÃnez, máximo artillero del torneo, con nueve gritos, igualado con Yuri
Alberto, de Corinthians.
Cruzeiro tiene en sus filas al portero Cassio,
quien se unió este año al club tras 13 temporadas con Corinthians, con el que
conquistó la Libertadores y el Mundial de Clubes en 2012.
La cuota de talento está a cargo de Matheus
Pereira, que mueve los hilos en la zona de creación. Su buen momento en esta
temporada le permitió ser convocado con Brasil en la fecha FIFA de octubre.
En la zona ofensiva, Diniz cuenta con dos promesas
del fútbol brasileño, como Gabriel Veron y Kaio Jorge, que fueron campeones con
su selección sub-17 en 2019 y buscan volver a brillar tras no cumplir las
expectativas en sus primeras incursiones en el fútbol europeo.
El campeón de la Copa Sudamericana se embolsará
como premio 6 millones de dólares, mientras que el perdedor se llevará 2
millones de dólares.