La jefa
interina de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, Joyce Msuya, denunció
ante el Consejo de Seguridad la "crueldad cotidiana" a la que están
sometidos los civiles en Gaza, comparándola con "los crímenes
internacionales más graves". Msuya enfatizó el sufrimiento y la
deshumanización de la población palestina, expulsada de sus hogares y sometida
a la violencia constante. Según sus declaraciones, "gran parte de Gaza es
ahora un campo de ruinas", con hambre creciente y condiciones de vida
insostenibles.
La
funcionaria destacó que la reciente ofensiva israelí en el norte de Gaza, que
comenzó el mes pasado, intensificó los horrores ya sufridos desde la ofensiva
de represalia de octubre de 2023 tras un ataque de Hamás. En esta sesión del
Consejo se abordó la preocupante situación alimentaria en Gaza, con
advertencias de una posible hambruna debido a la drástica reducción en la
distribución de alimentos.
El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Vedant Patel, informó que a pesar de la retirada de Catar como mediador, Estados Unidos mantiene esperanzas en alcanzar un alto el fuego y liberar a los rehenes en manos de Hamás. Las negociaciones se han complicado, y Catar solo reanudará su mediación cuando las partes muestren una voluntad clara de diálogo. En este contexto, la única tregua de la guerra, que ocurrió a finales de noviembre de 2023, fue breve y limitada, con un intercambio de prisioneros entre las partes.
Estados
Unidos, aliado clave de Israel, también ha subrayado que la comunidad
internacional no puede seguir tratando a Hamás como lo hacía anteriormente, en
un esfuerzo por presionar hacia una solución más estable y segura en la región.