La
Asociación Instituto Dominicano de Cardiología (AIDC) ha experimentado una
notable expansión en sus servicios en los últimos años, consolidándose como uno
de los principales centros de referencia en el cuidado cardiovascular de
República Dominicana. Con un enfoque en mejorar la calidad de vida de la
población, la AIDC ha fortalecido tanto su capacidad de consulta como sus
servicios quirúrgicos, atendiendo a miles de personas, muchas de las cuales
cuentan con recursos limitados.
En
2023, la AIDC alcanzó la cifra de 68,122 consultas médicas, un crecimiento que
subraya la importancia de ofrecer atención médica asequible y de alta calidad a
quienes más lo necesitan. Este incremento en consultas responde no solo a una
mayor demanda de servicios cardiovasculares, sino también a la dedicación del
instituto en ampliar su alcance y accesibilidad en el país. Además, se llevaron
a cabo 184 cirugías cardiovasculares, una muestra clara del compromiso del
equipo médico con la atención de condiciones críticas y la mejora de la salud
cardiovascular de los pacientes.
Mayra
Melo, directora médica de la AIDC, destacó el papel esencial que ha jugado el instituto
en la salud del país a lo largo de sus casi 61 años de existencia. Según Melo,
esta estabilidad institucional ha permitido a la AIDC construir una reputación
de confiabilidad y excelencia en el tratamiento de enfermedades del corazón,
posicionándose como un recurso valioso y accesible para la población
dominicana.
Bajo
la dirección de su equipo médico, la AIDC realiza un seguimiento continuo de
sus avances y logros, implementando mejoras constantes en sus servicios. Este
esfuerzo ha sido posible gracias a la colaboración de un personal médico
altamente calificado, dedicado a brindar una atención integral y humanitaria a
sus pacientes. La institución continúa enfocada en la innovación y en la
búsqueda de métodos que permitan ofrecer tratamientos más efectivos y seguros.
La
AIDC no solo se ha consolidado como un referente en República Dominicana, sino
que también ha sentado las bases para un modelo de atención cardiovascular
accesible en la región, ofreciendo esperanza y apoyo a las familias y comunidades
que dependen de su labor para enfrentar enfermedades cardiovasculares.