A pocas
horas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, los candidatos Kamala
Harris y Donald Trump intensifican sus esfuerzos por motivar a los votantes a
acudir a las urnas. Ambos aspirantes, empatados en las encuestas, han llevado a
cabo eventos estratégicos para movilizar a sus bases, especialmente en estados clave
como Pensilvania.
Kamala
Harris, candidata demócrata y actual vicepresidenta, expresó su deseo de un
“nuevo comienzo” para el país y prometió ser “una presidenta para todos los
estadounidenses” si resulta ganadora. En un intento por captar el apoyo de la
comunidad puertorriqueña, Harris mencionó su compromiso con sus intereses y
cerrará su campaña en Filadelfia con la participación de figuras como Lady Gaga
y Ricky Martin.
Por su
parte, Donald Trump, expresidente republicano, apeló a su base con una retórica
centrada en la migración y la economía. En sus mítines, mencionó que impondría
aranceles a México si no detiene lo que calificó como un flujo de “criminales y
drogas” hacia Estados Unidos. Esta propuesta proteccionista es parte de sus
promesas de campaña, las cuales han generado preocupación por sus implicaciones
comerciales.
Las
elecciones se desarrollan en un clima de alta tensión, con más de 80 millones
de votos emitidos de forma anticipada y medidas de seguridad excepcionales en
todo el país. La Guardia Nacional y dispositivos de alerta se han dispuesto en
varios estados para proteger tanto a los votantes como a los trabajadores
electorales, en respuesta a incidentes recientes y amenazas de disturbios. Los
centros de votación en lugares como Arizona y Pensilvania han implementado
vigilancia constante, incluidos drones y francotiradores.
Con el
recuerdo del asalto al Capitolio en 2021, las autoridades han redoblado la
vigilancia para evitar situaciones similares. Aunque no se han identificado amenazas
específicas contra Washington, se mantienen protocolos de seguridad estrictos,
y varios comercios cercanos a la Casa Blanca han optado por proteger sus
instalaciones.
El mundo
sigue de cerca estas elecciones, que podrían tener implicaciones significativas
para temas globales como la guerra en Ucrania, las políticas comerciales con
China y las relaciones diplomáticas en Oriente Medio.