El 9 de
noviembre de 2024, el papa Francisco recibió en el Aula Pablo VI del Vaticano a
representantes de la Federación Italiana de Asociaciones de Donantes de Sangre
(FIDAS), a quienes felicitó por su "gesto desinteresado y anónimo" en
un mundo "contaminado por el individualismo". En su discurso, el
pontÃfice subrayó el valor del acto de donar sangre, resaltando cómo este gesto
simboliza el altruismo y la solidaridad, especialmente en tiempos en los que
muchas personas ven a los demás más como enemigos con quienes competir, en
lugar de como hermanos con quienes compartir.
Francisco destacó que el acto de donar sangre es un ejemplo de verdadera generosidad, pues los donantes entregan una parte esencial de sà mismos sin esperar nada a cambio, ni siquiera saber quién recibirá su donación. "La sangre no se fija en el color de la piel, ni en la filiación étnica o religiosa de quien la recibe", explicó el papa. "En su función vital, la sangre recorre las venas de cada organismo, llevando energÃa, sin distinciones", lo que, para él, es una poderosa metáfora del amor, que actúa de manera desinteresada, sin importar las diferencias.
Además, el papa hizo una analogÃa profunda al comparar el gesto de extender el brazo para donar sangre con el sacrificio de Jesús en la cruz durante su Pasión. Según Francisco, este acto de dar, que requiere una entrega voluntaria y generosa, es un reflejo del amor divino que se ofrece por el bienestar del otro sin esperar recompensa. En este sentido, el papa llamó a los donantes a reconocer la felicidad que se deriva de compartir y ayudar a los demás, señalando que el altruismo es un camino que supera la indiferencia, las fronteras y las barreras que muchas veces separan a las personas en la sociedad actual.
Este
encuentro con los donantes de sangre refleja el continuo mensaje del papa
Francisco sobre la importancia de la solidaridad, el servicio al prójimo y el
amor incondicional como valores fundamentales en un mundo cada vez más
polarizado y centrado en el individualismo.