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Siete meses después de que el exministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Miguel Ceara Hatton, anunciara en Baní la inversión de 18.9 millones de pesos para proteger Las Dunas, la tala, quema de la capa boscosa y parcelación para fines agrícolas continúan afectando esta área protegida. Las actividades incluyen la extracción ilegal de sus finas arenas.
Grupos organizados de la comunidad de Las
Calderas han denunciado que, en el corazón de esta zona ecológica,
siguen ocurriendo talas de especies arbóreas endémicas, a pesar de las medidas
prometidas. El daño ha sido especialmente significativo en lo que va del año
2024, con reportes constantes en sobre las agresiones a este importante
ecosistema.
Seis meses de denuncias en 2024
En los meses de enero, marzo, abril, mayo,
julio y ahora noviembre, Listín Diario ha documentado
diferentes casos de depredación en Las Dunas, convirtiendo noviembre en el
sexto mes del año en recibir denuncias formales sobre estas actividades
ilegales. La denuncia más reciente, la octava en lo que va del año, señala a
grupos con intereses económicos que continúan explotando este recurso natural,
a pesar de su protección bajo leyes ambientales.
En un recorrido realizado por reporteros de Listín
Diario, acompañados por dirigentes comunitarios, se comprobó la
gravedad del daño. Se han talado árboles y plantas endémicas de hasta 40 años
de antigüedad utilizando sierras eléctricas. Miles de metros cuadrados de áreas
boscosas han sido destruidos y quemados por ocupantes ilegales, quienes, según
la comunidad local, actúan con la complicidad de autoridades
provinciales y del Ministerio de Medio Ambiente.
Denuncias constantes
Las denuncias también mencionan la
construcción de viviendas ilegales, la instalación de paneles solares, sistemas
de riego, cercas para parcelación con fines agrícolas, y la extracción
constante de arenas, siempre codiciadas por la industria de la construcción.
El pasado 2 de junio, en Baní, el exministro
del Ministerio de Medio Ambiente informó sobre la instalación de una
infraestructura de vigilancia para proteger áreas vulnerables en el parque
de Las Dunas de Las Calderas, con la intención de detener estas
actividades ilegales.
Promesas incumplidas
La infraestructura prometida incluía siete
puntos de control específicos, con la instalación de tres torres de
vigilancia de 9 metros de altura: dos en Las Calderas, una en El
Platanal, otra en Las Abejas y una tercera en la zona
de visitantes en Las Salinas. También se mencionaron puntos de
inspección en Los Tumbaos, en el Cruce de San José
o Paso de Los Rieles en Arroyo Hondo, así como un centro de
vigilancia.
A pesar de las promesas y la inversión
anunciada, las depredaciones continúan, poniendo en riesgo un ecosistema crucial
para la región. La comunidad local sigue esperando que las autoridades tomen
medidas efectivas para detener la destrucción y preservar este valioso recurso
natural.