Bobby Witt Jr., de los Reales de Kansas City, se marcha de la cueva tras la eliminación ante los Yankees de Nueva York en la serie divisional de la Liga Americana, el jueves 10 de octubre de 2024.
(Charlie Riedel / Associated Press)
Por DAVE SKRETTA
KANSAS CITY, Missouri, EE.UU. —
Mientras los Yankees
celebraban su victoria sobre los Reales para finiquitar la serie divisional de
la Liga Americana en el estadio Kauffman, Bobby Witt Jr. regresó discretamente
al dugout de los locales para echar un vistazo.
Era el único miembro de los
Reales que estaba allí, colgado de la barandilla y contemplando la fiesta que
creía que debería haberle pertenecido.
La experiencia dejó al
astro en ciernes de los Reales con un deseo ardiente no sólo de regresar a los
playoffs el próximo año sino de llegar mucho más lejos.
“Es motivación. Eso es realmente todo lo que hay que
hacer”, dijo Witt, cuyo año excepcional lo llevó al Juego de Estrellas y
probablemente lo ubicará segundo detrás del toletero de los Yankees Aaron Judge
en la votación para el premio al Jugador Más Valioso. “Y es que ahora que
pruebas la postemporada, quieres seguir llegando. Esto hará que todos en este
clubhouse trabajen aún más duro”.
En el receso posterior a la campaña pasada, Kansas
City rumiaba una foja que incluyó 106 derrotas y que figuró entre las peores en
la historia de la franquicia. Ahora, los Reales se dirigen al descanso con
sensaciones esperanzadoras por primera vez en años.
Apoyados en una rotación reconstruida de abridores, un
bullpen mejorado y actuaciones destacadas de jugadores como Witt y el primera
base Vinnie Pasquantino, los Reales compitieron por el banderín de la División
Central de la Liga Americana hasta la última semana de la temporada.
Luego, en la ronda de comodines, ganaron dos juegos
seguidos en Baltimore para avanzar por barrida a la ronda divisional y
enfrentarse a los Yankees, campeones de la División Este de la Liga Americana.
Tuvieron a Nueva York contra las cuerdas, al dividir
los dos primeros juegos en el Yankee Stadium. Pero los Reales no pudieron ocuparse
de sus asuntos en casa, donde habían sido tan buenos la mayor parte del año.
Perdieron un par de duelos decisivos para terminar su
temporada.
Los tres juegos que perdieron ante los Yankees, en su
serie al mejor en un máximo de cinco, se decidieron por cuatro carreras en
total.
“Estoy feliz por la ciudad. Estoy feliz por la
organización porque hicimos lo que hicimos este año”, dijo el manager de Kansas
City Matt Quatraro. “Pero no importa lo que otras personas pensaron que pudimos
lograr este año. Nuestros muchachos tenían mayores expectativas para sí mismos,
y así es como debes abordar este deporte. No vienes aquí pensando: ‘¡Oh, espero
que mejoremos un poco!’. No es así como funciona a nivel de las Grandes Ligas”.
En realidad, los Reales mejoraron mucho esta
temporada, logrando uno de los mayores repuntes en la historia de las Grandes
Ligas.
El jueves, cuando todo terminó con una derrota por 3-1
ante los Yankees, Witt y el resto de los Reales quedaron con ganas de más,
especialmente considerando lo cerca que estuvieron de regresar a la Serie de
Campeonato de la Liga Americana.
“Ése ni siquiera es el objetivo. Eso es realmente lo
que somos. Eso es el béisbol de los Reales”, dijo Witt. “Vamos a seguir
mejorando, todos los días. En eso vamos a trabajar durante el receso. Esto se
siente como una decepción, por lo que hay mucho sabor amargo en la boca de la
gente. Pero esto será más motivación durante mucho tiempo por venir”.