La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una nueva resolución que demanda el fin del embargo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, vigente por más de 60 años. Con un total de 187 votos a favor, dos en contra (EE. UU. e Israel) y una abstención (Moldavia), esta declaración representa la trigésima cuarta vez, desde 1992, que la ONU apoya el levantamiento del bloqueo, aunque la resolución es no vinculante y tiene un efecto limitado en términos prácticos.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, responsabilizó al bloqueo de la profunda crisis económica que atraviesa la isla, que ha provocado problemas en el suministro de combustible y, en consecuencia, apagones recientes. Rodríguez destacó que el embargo afecta la producción de alimentos y el acceso a insumos básicos, calificándolo de una “política criminal” con daños acumulados de más de 164,000 millones de dólares.
En
Argentina, el presidente Javier Milei destituyó a la canciller Diana Mondino
tras el voto de su país en apoyo a la resolución de la ONU, nombrando en su
lugar al embajador Gerardo Werthein, en lo que parece ser un intento de alinear
su política exterior con la de Estados Unidos e Israel, aliados de su gobierno.