Patrick Mahomes, izquierda, quarterback de los Chiefs de Kansas City, platica con el head coach Andy Reid durante la segunda mitad del juego de la NFL en contra de los Chargers de Los Ángeles, el domingo 29 de septiembre de 2024, en Inglewood, California. (AP Foto/Ashley Landis)
(Ashley Landis / Associated Press)
Por DAVE SKRETTA
KANSAS CITY, Missouri, EE.UU. —
Patrick Mahomes ha pasado
anteriormente por lo que él mismo describe como “baches”, incluyendo el año
pasado, cuando los Chiefs tuvieron tantos problemas al final de la temporada
que muchos creyeron que tenían pocas posibilidades de revalidar el título del
Super Bowl.
Entonces, el dos veces
Jugador Más Valioso de la liga jugó a su mejor nivel en la postemporada y
Kansas City ganó su segundo campeonato consecutivo.
De acuerdo con sus elevados
estándares de calidad, Mahomes no ha jugado bien durante un inicio de temporada
de 4-0 de cara al partido del lunes por la noche en contra de Nueva Orleans. No
obstante, él sabe que las cosas pueden cambiar para bien rápido.
Lo importante es seguir trabajando en los detalles, en
las pequeñas cosas que suelen pasar desapercibidas, y mantener la confianza que
ha tenido para superar los escollos.
“Eso es lo que aprendí el año pasado”, dijo Mahomes a
un pequeño grupo de reporteros. “Obviamente he pasado por malos momentos en los
que no jugué tan bien al final de la temporada pasada, y justamente seguí
trabajando en los entrenamientos. Y en los playoffs, pienso que jugué a un alto
nivel. Y es en lo que me he concentrado por ahora”.
Es cierto, Mahomes lanzó su menor cantidad de yardas
para una temporada en seis años como titular durante la pasada campaña regular,
junto con su menor cantidad de pases de anotación y sufrió una marca personal
de intercepciones.
Pero en los playoffs tomó el control y completó cerca
del 70% de sus pases. Lanzó seis envíos de anotación a cambio de una
intercepción, y llevó a Kansas City a victorias sobre Miami, Buffalo y Baltimore.
En el Super Bowl en contra de San Francisco, lanzó
para 333 yardas con dos anotaciones y fue el Jugador Más Valioso de los Chiefs,
quienes ganaron en tiempo extra.
Todo ello los hace ser optimistas por lo que resta de
la temporada.
Mahomes hasta el momento ha jugado su peor seguidilla
de cuatro partidos como titular en la NFL, lanzando para 909 yardas con seis
pases de anotación y cinco intercepciones. Y él lo sabe. Insiste después de
cada victoria en que necesita jugar en un mejor nivel.
Cree que hay varias razones para su lento arranque,
aunque ninguna tiene nada que ver con una agenda ocupada en el receso previo a
la campaña más allá del terreno de juego.
Por un lado, las defensivas rivales han desarrollado
coberturas que han eliminado los pases profundos que Mahomes hizo tan famosos
cuando Tyreek Hill corría rutas para él. Básicamente están desafiando a Kansas
City a vencerlos con el juego terrestre, o en el peor de los casos, obligando a
Mahomes a lanzar pases cortos, conseguir primeros intentos y avanzar con el
balón por el campo.
“No es tan divertido”, admitió con una sonrisa. “No
vas a ver muchos touchdowns de una jugada a menos que anotes, por ejemplo, con
un pase loco. Así que tenemos que seguir trabajando para poder ejecutar a un
alto nivel. Y creo que eso es algo en lo que he trabajado con la forma en que
los equipos nos están jugando. Tengo que seguir haciéndolo y demostrar que
podemos conducir el balón durante todo el juego”.
¿La otra gran razón por la que Mahomes cree que ha
tenido un comienzo lento? Parálisis por análisis.
Al igual que los jugadores de béisbol suelen mirar
videos de ellos mismos cuando intentan salir de una mala racha, Mahomes mira
ocasionalmente videos de sus años de juventud, cuando aparentemente batía
récords cada vez que pisaba el campo. Y lo que vio fue un quarterback que
confiaba en sus instintos para hacer jugadas, tal como lo hizo cuando era niño
y jugaba al fútbol americano en un terreno de juego.