Charles Leclerc logró una brillante victoria para Ferrari en el Gran
Premio de Estados Unidos, la primera del equipo italiano en este circuito desde
2018. Con un arranque estratégico y una conducción impecable, Leclerc se llevó
su tercer triunfo de la temporada, mientras que Max Verstappen de Red Bull
consolidó su liderazgo en el campeonato de la Fórmula 1 al terminar tercero,
por detrás del segundo lugar de Carlos Sainz, compañero de Leclerc en Ferrari.
El podio de Verstappen llegó tras una controvertida penalización de
cinco segundos impuesta a Lando Norris de McLaren, quien fue sancionado por
abandonar la pista mientras intentaba adelantar a Verstappen en las vueltas
finales. Norris, frustrado por la penalización, argumentó que Verstappen
también había salido de la pista durante el incidente. La lucha por el último
puesto del podio fue feroz, con ambos pilotos disputando cada centímetro del
circuito.
La sanción a Norris le costó puntos importantes en la pelea por el
título, mientras que Verstappen aprovechó para ampliar su ventaja en el
campeonato de 54 a 57 puntos con solo cinco grandes premios restantes en la
temporada, además de dos carreras al sprint.
Ferrari celebró un día exitoso con el doblete logrado por Leclerc y
Sainz. La última vez que Ferrari ganó en el Circuito de las Américas fue en
2018 con Kimi Raikkonen, y este triunfo refuerza la temporada del equipo.
Aunque la mayor emoción se vivió en la batalla entre Verstappen y Norris, con
el piloto de Red Bull resistiendo la presión durante las últimas doce vueltas
de la carrera.
Verstappen, que no ha ganado un gran premio desde junio, vio cómo Norris
ha estado recortando su ventaja mientras el rendimiento de Red Bull ha ido
disminuyendo. Sin embargo, Verstappen sumó puntos valiosos al ganar también la
carrera al sprint del sábado, ampliando ligeramente su ventaja en el
campeonato.
Norris, quien partió desde la pole position, salió de Austin con la
sensación de haber desperdiciado una gran oportunidad para acercarse en la
lucha por el título. La primera curva fue clave, cuando Norris y Verstappen se
salieron de la pista tras un intenso duelo, lo que permitió a Leclerc tomar la
delantera y encaminarse hacia la victoria.