Israel llevó a cabo nuevos bombardeos la noche del miércoles en el sur de Beirut, una zona controlada por el grupo Hezbolá, generando importantes daños materiales y una gran explosión, según reportes de medios libaneses. La agencia de noticias Ani informó que estos ataques son los más intensos desde el inicio del conflicto entre Israel y Hezbolá hace un mes. Varios edificios fueron destruidos, incluyendo un complejo residencial, tras el lanzamiento de al menos 17 bombas.
Horas antes, Antony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos, había instado a Israel a evitar una mayor escalada del conflicto en su lucha contra Hamás y Hezbolá, ambos apoyados por Irán. Los ataques en Beirut ocurrieron después de que Israel emitiera un aviso de evacuación para la zona.
Este bombardeo forma parte de una serie de operaciones que Israel ha intensificado desde finales de septiembre, con el objetivo de contrarrestar los constantes disparos de cohetes desde el sur del Líbano, los cuales han obligado a miles de israelíes del norte del país a abandonar sus hogares. Las tensiones también han provocado un éxodo masivo de libaneses del sur de su territorio, con la ONU contabilizando cerca de 700.000 desplazados a mediados de octubre.
A nivel diplomático, Blinken destacó que Israel ha alcanzado
muchos de sus objetivos estratégicos en Gaza desde el inicio del conflicto en
octubre de 2023, y sugirió que es momento de poner fin a la guerra. Mientras
tanto, Hezbolá confirmó la muerte de uno de sus altos líderes, Hashem
Safieddine, quien era considerado sucesor de Hasan Nasralá, en un bombardeo
israelí realizado hace tres semanas.