Una
delegación de Hamás transmitió en El Cairo su disposición a detener las
hostilidades si Israel accede a condiciones claves: un alto el fuego, retirada
de Gaza, y el regreso seguro de los desplazados. También se exige un canje de
prisioneros y la entrada de ayuda humanitaria al territorio. Por su parte, el
primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó agradecimiento a Egipto
por su rol en las negociaciones, especialmente en lo relativo a la liberación
de rehenes.
Desde
inicios de octubre, la ofensiva israelí en Gaza ha cobrado más de 770 vidas, en
su mayoría civiles, y el Ministerio de Salud de Gaza informa que el conflicto
ya ha dejado un saldo de 42,847 muertos desde el año pasado. El asesinato del
líder de Hamás, Yahya Sinwar, el 16 de octubre, ha añadido tensión, pero
también ha abierto la posibilidad de que las negociaciones para una tregua
cobren fuerza.
La situación
en el sur del Líbano sigue siendo alarmante. Israel intensificó los ataques a
posiciones de Hezbolá, grupo respaldado por Irán, y en las últimas semanas, los
bombardeos han causado la muerte de al menos 1,552 personas en el Líbano, y la
ONU reporta casi 800,000 desplazados.