El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, se dirige a la Cumbre del Futuro en la Asamblea General de las Naciones Unidas el lunes 23 de septiembre de 2024.(AP Foto/Richard Drew)
AGENCIA APQuito, Ecuador
El presidente ecuatoriano
Daniel Noboa decretó el jueves un nuevo estado de excepción en seis provincias
y dos ciudades, incluida la capital, para combatir la creciente violencia.
El decreto establece la
restricción de los derechos de inviolabilidad de domicilio, correspondencia y
libertad de reunión. Además, dispone el toque de queda en 19 ciudades de esas
provincias, desde las 22 a las 5 de la madrugada —excepto en Quito—.
El mandatario justificó la medida en la situación de
conmoción interna que vive el país desde inicios de año tras la fuga del capo
del narcotráfico Adolfo Macías, alias Fito. Su escape de una cárcel de
Guayaquil desató una espiral de violencia como la detonación de artefactos
explosivos en varias ciudades y la toma por sujetos armados de un canal de
televisión mientras transmitía en vivo.
El estado de excepción
estará vigente por 60 días en Guayas, Los Ríos, Manabí, Santa Elena y El Oro
—en la costa—, Orellana, en la Amazonia; Quito y el cantón Camilo Ponce
Enríquez.
Ecuador afronta una
inseguridad sin precedentes que comenzó en 2021 con más de una docena de
masacres carcelarias que dejaron medio millar de presos muertos. Las
autoridades adjudican la ola de violencia a la operación de bandas de
delincuencia organizada relacionadas con cárteles de drogas.
incremento de las hostilidades
Según el decreto de 50
páginas, en las ocho localidades declaradas en emergencia “resalta el
incremento de hostilidades, cometimiento de delitos e intensidad de la
presencia prolongada de grupos armados organizados”, lo que se evidencia en 3.945
asesinatos ocurridos en esas zonas entre el 8 de enero y 27 de septiembre.
Un informe del Ministerio
del Interior citado en el documento admite que “los grupos criminales están
actuando con un nivel de organización y letalidad alarmante, mostrando una tendencia
a maximizar el número de víctimas en cada evento violento”.
El docente de la Escuela de
Seguridad y Defensa del Instituto de Altos Estudios Nacionales, Daniel Pontón,
aseguró a The Associated Press que es “evidente que (el gobierno) no tiene otra
estrategia” ni un plan para enfrentar “un problema que está intacto: la
penetración aguda del narcotráfico y la violencia con la que actúa, cada vez
con muertes macabras y masacres”.
Esta es la cuarta ocasión
en que Noboa decreta la medida focalizada en ciertos territorios.
Pontón anticipó que el
nuevo estado de excepción “no va a surtir efectos” porque es una medida de
corto plazo, “con una tendencia adaptativa de las bandas criminales que se
movilizan (a otros territorios) y en el tiempo empiezan a perder eficiencia,
como se ha demostrado”.