Freddie Freeman de los Dodgers de Los Ángeles tras conectar un jonrón de dos carreras durante el primer inning del tercer juego de la Serie Mundial, el lunes 28 de octubre de 2024, en Nueva York. (AP Foto/Godofredo A. Vásquez)
(Godofredo A. Vásquez / Associated Press)
By ERIC NÚÑEZ
NUEVA YORK —
El tan esperado
enfrentamiento Dodgers-Yankees en la Serie Mundial podría acabar en un
instante.
Freddie Freeman jonroneó
por tercer juego seguido y Walker Buehler lanzó otra joya en la Serie Mundial
para que los Dodgers de Los Ángeles derrotasen el lunes 4-2 a los Yankees de
Nueva York y tomar una ventaja 3-0 en la Serie Mundial.
Con su astro Shohei Ohtani jugando con el hombro izquierdo parcialmente dislocado, los Dodgers están a las puertas de una barrida que no asomaba en los pronósticos en este duelo entre los equipos que comandaron a sus respectivas ligas esta temporada y que se han citado por el cetro del béisbol por primera vez en 43 años.
Buehler y seis relevistas
se combinaron para los Dodgers, que están a las puertas de su segundo campeonato
en cinco años y el octavo en la historia de la franquicia.
“Una victoria más. Eso es
todo lo que me importa ahora mismo”, indicó Freeman.
Apenas un equipo en la
historia de la postemporada ha logrado voltear un déficit 3-0 en una serie al
mejor de siete. Esos fueron los Medias Rojas de Boston contra los Yankees en la
serie por el campeonato de la Liga Americana de 2004.
Dave Roberts, el actual
mánager de los Dodgers, fue parte de aquel conjunto de Boston. Como corredor
emergente, fue protagonista de un memorable robo de base en el noveno inning
del cuarto juego para evitar la barrida y encender una épica remontada.
Estos Dodgers, según
Roberts, no necesitan recibir una lección de historia.
“Ellos saben lo ocurrido
hace 20 años, y lo que puede pasar”, afirmó el piloto. “Todo es posible. Estos
son jugadores que tienen mucha hambre de ganar un campeonato, de un desfile.
Nada se va interponer en eso, nada”.
Y no perdieron el tiempo el
lunes al salir a escena en el Yankee Stadium
Freeman sacudió un jonrón
de dos carreras en el primer acto. Mookie Betts y el puertorriqueño Kiké
Hernández aportaron sendos sencillos remolcadores. El brazo del jardinero
izquierdo dominicano Teóscar Hernández fusiló a un corredor en el plato.
“Cuando te toca jugar fuera
de casa, hay que atacar temprano para silenciar al público y fue lo que pudimos
hacer en el primer inning”, indicó Freeman.
Los Yankees evitaron la
blanqueada gracias al jonrón de dos carreras de Alex Verdugo en el noveno
inning.
Con su batazo ante un
descontrolado Clark Schmidt en el primer acto, Freeman empató el récord que
George Springer fijó con Houston, al conectar de jonrón por quinto partido
consecutivo en la Serie Mundial.
Freeman se convirtió en el
tercer jugador que conecta de jonrón en los primeros tres juegos de un Clásico
de Otoño. Hank Bauer (1958) y Barry Bonds (2002) fueron los otros.
El cuarto juego será el
martes. Tras haber empleado a sus tres abridores sanos, los Dodgers ejecutarán
su cuarto juego de bullpen esta postemporada. El novato dominicano Luis Gil
abrirá por los Yankees.
“Lo que nos corresponde es
enfocarnos como equipo en ganar ese juego mañana”, dijo Ohtani. “No hay nada
mejor que tener esa oportunidad al alcance”.
Nadie ha logrado barrer una
Serie Mundial desde que los Gigantes de San Francisco despacharon a los Tigres
de Detroit en la edición de 2012. A la caza de un 28vo campeonato, los Yankees
están al borde de ser barridos por apenas cuarta vez en una Serie Mundial.
“Ojalá podamos ser los
protagonistas de una increíble historia y asombrar el mundo, pero hay que ganar
uno primero”, dijo el mánager de los Yankees Aaron Boone.
En el primer juego de un
Clásico de Otoño en el Bronx desde 2009, el año del último título de los
Yankees, los jugadores de Nueva York tuvieron una breve reunión por la tarde.
Derek Jeter, el cinco veces campeón de la Serie Mundial, hizo el primer
lanzamiento ceremonial para enardecer a los 49.368 aficionados que colmaron el
estadio.
Pero los Dodgers no
tardaron en dar el primer zarpazo de la noche.
Schmidt transfirió a Ohtani
con cuatro lanzamientos para iniciar el juego. Un out después, Freeman conectó
una recta cortada en cuenta de 1-2, viajando 355 pies hasta caer en el primer
nivel de las gradas del bosque derecho para su 13er jonrón en la postemporada.
Tommy Edman, el noveno en
el orden ofensivo de los Dodgers, recibió otro boleto de cuatro lanzamientos
por parte de Schmidt al abrir el tercero y anotó tras un sencillo de Betts.
Kiké Hernández añadió un sencillo remolcador en el sexto. Schmidt expidió cuatro
boletos al cubrir 2 2/3 innings.
La defensa de los Dodgers
también se lució para abortar un amago de reacción de los Yankees.
Betts se deslizó para
llevarse una línea tendida de Jazz Chisholm Jr, luego del doble de Giancarlo
Stanton con un out en el cuarto para el primer hit contra Buehler. El preciso
tiro de Teóscar Hernández desde el izquierdo, luego de un sencillo de Anthony
Volpe, sacó en el plato a un lento Stanton.
“Anticipas un poco la
jugada sabiendo que no es uno de los mejores corredores”, dijo Hernández. “Si
ellos lo mandan, mucho mejor para sacar el out”.
Nueva York logró anotar
hasta que Verdugo jonroneó ante Michael Kopech con dos outs en el noveno.
Kopech bajó al telón al sacar a Gleyber Torres con un rodado al campocorto.
Buehler toleró dos hits en
cinco innings, con cinco ponches. En una temporada marcada por problemas
físicos, no se había acreditado una victoria desde el 18 de mayo ante
Cincinnati. Ahora quedó con una marca de 2-0 y efectividad de 0.50 en tres
salidas en la Serie Mundial.
“Es algo extraño, me crezco
en los playoffs. Son los juegos que realmente me importan”, señaló Buehler. “Ha
sido un año espantoso. Pero en los playoffs, todo cambia con la adrenalina. El
temor que tenía con mi codo por tratar de hacer un determinado lanzamiento ha
desaparecido”.