Max
Verstappen de la escudería Red Bull en acción en las prácticas del Gran Premio
de Azerbaiyán en Baku el viernes 13 de septiembre del 2024.AP FOTO/SERGEI GRITS
AGENCIA AP
Lando Norris es sólo uno de los problemas de Max Verstappen antes del
Gran Premio de Azerbaiyán. El otro es su propio vehículo.
Verstappen
necesita domar su auto, al que ha llamado “monstruoso” para dejar atrás a
Norris y defender su título de Fórmula Uno al mismo tiempo que parece que el
dominio de Red Bull en la Fórmula Uno está llegando a su fin.
Verstappen y Red Bull no han ganado en las últimas seis
carreras antes del GP del domingo en Baku.
Norris es el
favorito de McLaren sobre su compañero Oscar Piastri, pero seguramente
necesitará que Verstappen y Red Bull continúen tropezando para poder reducir la
ventaja de 62 puntos que tiene el holandés a ocho carreras del final de la
campaña.
La pelea está más cerrada en la clasificación de
constructores. McLaren se mantiene ocho puntos detrás de Red Bull y podría
superarlos tras la carrera de Azerbaiyán.
“Todo está en juego”, admitió el jefe de Red Bull Christian
Horner el viernes. “Sólo se necesitan un par de malos fines de semana y que
Lando tenga un buen fin de semana y todo quedará más cerrado”.
Además,
nuevos rivales de Red Bull están surgiendo de entre las filas del equipo.
La partida del diseñador de Red Bull Adrian Newey para firmar
con Aston Martin es una señal de las ambiciones del equipo que pertenece al
multimillonario Lawrence Stroll.
Considerado “el equipo del futuro” por su piloto Fernando
Alonso, tienen la mira puesta en el diseño de un auto que pueda aprovechar las
nuevas regulaciones para el 2026 —como hizo Newey con Red Bull en el 2022.
Otro miembro
clave del equipo de Christian Horner con Red Bull, el director deportivo
Jonathan Wheatley, dejará al equipo al final de la temporada y se incorporará
al Audi, que debutará en el 2026.