El
quarterback de los Chiefs de Kansas City Patrick Mahomes busca receptor durante
la segunda mitad del partido ante los Ravens de Baltimore, el jueves 5 de
septiembre de 2024, en Kansas City. (AP Foto/Charlie Riedel)
(Charlie Riedel / Associated Press)
Por LEÓN FELIPE
GIRÓN
Patrick Mahomes y los
Chiefs de Kansas City dejaron en claro el jueves pasado que son inmunes a la
resaca del título y que, quizá, son más peligrosos que antes. La búsqueda del
primer tricampeonato en la era del Super Bowl está en marcha.
Las evidencias recaen en
las 27 unidades y 353 yardas ante unos Ravens que presumieron la mejor
defensiva en materia de puntos admitidos la campaña anterior. La fórmula fue la
misma, un potente ataque aéreo de la mano de Mahomes y un arsenal a su
disposición.
El estelar tight end Travis
Kelce parece haber perdido protagonismo, pero eso no significa que la ofensiva
de Kansas City sea menos peligrosa. La dupla de jóvenes receptores Rashee Rice
y el explosivo novato Xavier Worthy demostraron ser dos blancos confiables para
Mahomes. El ataque terrestre, con Isiah Pacheco al frente, ofrece un buen
equilibrio.
Es precisamente la ofensiva terrestre de los Chiefs el
punto focal para los Bengals (0-1), que vienen de ser sorprendidos por unos
Patriots que acumularon 170 yardas por tierra en camino a dominar el tiempo de
posesión por casi 10 minutos más que Cincinnati.
Con el balón en las manos, el quarterback Joe Burrow y
los Bengals tampoco sacaron mucho provecho. Regalaron dos balones sueltos
—igualando el total de la campaña anterior— y la ofensiva aérea acusó la
ausencia del estelar Ja’Marr Chase del campo de entrenamiento por una disputa
contractual y del también receptor abierto Tee Higgins por una lesión.
A pesar de todos los problemas ofensivos que
atravesaron en su presentación, hay una luz al final del túnel para los
Bengals. Enfrentan a una defensiva que concedió 450 yardas, incluidas 185 por
la vía terrestre. Pero el entrenador en jefe Zac Taylor deberá hacer
modificaciones si quiere explotar la debilidad de Kansas City, luego de
entregarles el balón a sus corredores apenas 12 veces en la primera semana.
Y perdieron al quarterback Jordan Love en los segundos
finales por una lesión de rodilla. Ahora están en riesgo de jugar sin el cuarto
pasador mejor pagado de la liga, al menos durante su primer encuentro y
posiblemente durante tres a seis semanas.
Ello dejaría la responsabilidad de guiar a la ofensiva
al inexperto e inconsistente Malik Willis.
Ahora con Willis —0 touchdowns y 3 intercepciones en
su carrera—-, Green Bay recibe a unos Colts de Indianápolis que dejaron buenas
sensaciones incluso en la derrota de la primera semana ante Houston.
El quarterback de los Colts Anthony Richardson
reapareció después de una lesión que redujo su temporada de novato a tan sólo
cuatro inicios para lanzar dos pases de touchdown y completar envíos de 60, 57
y 54 yardas.
A pesar de la explosión ofensiva, Richardson tiene
trabajo por delante en materia de consistencia —apenas nueve pases completos de
19 intentos. Enfrentar a una defensiva de los Packers que concedió 34 puntos en
la primera semana podría ofrecerles varias oportunidades.
Para Green Bay, la mejor opción es depender en un
juego terrestre que ganó 163 yardas y mejoró paulatinamente en el duelo ante
los Eagles de la mano de Josh Jacobs y Emanuel Wilson, para quitarle tanta
responsabilidad como sea posible a Willis. Ante la peor defensiva contra la
carrera de la incipiente campaña, eso es tentador e inteligente.
La acción continúa el domingo con los siguientes
encuentros: Raiders (0-1) en Baltimore (0-1); Chargers (1-0) en Carolina (0-1);
Saints (1-0) en Dallas (1-0); Buccaneers (1-0) en Detroit (1-0); Browns (0-1)
en Jacksonville (0-1); 49ers (1-0) en Minnesota (1-0); Seahawks (1-0) en Nueva
Inglaterra (1-0); Jets (0-1) en Tennessee (0-1); Giants (0-1) en Washington
(0-1); Rams (0-1) en Arizona (0-1); Steelers (1-0) en Denver (0-1), y Bears (1-0)
en Houston (1-0).
La jornada concluye el lunes con la visita de los
Falcons (0-1) a Filadelfia (1-0). El running back de los Eagles Saquon Barkley
encontró la zona de anotación tres veces en la semana 1, convirtiéndose en el
segundo jugador en la historia de la franquicia con tres touchdowns en su debut
con Filadelfia. Los Falcons, por su parte, fueron uno de dos equipos que no
permitieron touchdown en la jornada inaugural.