El candidato presidencial republicano, el expresidente Donald Trump, estrecha la mano de la candidata presidencial demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, durante un debate presidencial de ABC News en el Centro Nacional de la Constitución, el martes 10 de septiembre de 2024, en Filadelfia.
(Alex Brandon / Associated Press)
By ZEKE MILLER,
MICHELLE L. PRICE, JILL COLVIN y JOSH BOAK
WASHINGTON —
Kamala Harris y Donald
Trump presentaron el martes sus contrastantes visiones para Estados Unidos en
cuestiones como el aborto, la inmigración y la democracia durante su primer, y
quizás único, debate antes de los comicios presidenciales de noviembre.
La vicepresidenta demócrata
trató varias veces de provocar al expresidente republicano, recordándole en
varias ocasiones la derrota electoral que él aún niega, y burlándose de algunas
otras de sus afirmaciones falsas. Esto provocó que Trump lanzara la clase de
ataques personales de los que sus asesores y simpatizantes han tratado de alejarlo.
Después de turbulentos meses de campaña, el
enfrentamiento le brindó a los estadounidenses el vistazo más detallado hasta
el momento a una campaña que ha cambiado drásticamente a tan sólo una hora de
que se distribuyan las primeras papeletas para los votos adelantados.
Harris presentó los argumentos demócratas de una mejor
manera de lo que lo hizo Biden durante su debate de junio, lo que presagia una
contienda mucho más competitiva ahora que Harris es quien se enfrenta a Trump.
Ambos candidatos detallaron sus
visiones contrastantes sobre el estado de la nación y hacia dónde pretenden
dirigirla en caso de llegar a la presidencia. Harris prometió recortes fiscales
para la clase media y señaló que buscaría restaurar los derechos al aborto a
nivel federal, los cuales fueron anulados por la Corte Suprema hace dos años.
Trump, por su parte, señaló que sus propuestas arancelarias ayudarían a que los
aliados de Estados Unidos dejen de aprovecharse del país en cuestiones
comerciales, y añadió que trabajará con prontitud para poner fin a la guerra
entre Rusia y Ucrania, incluso si eso significaba que Ucrania no consiguiera
una victoria en el campo de batalla.
Por momentos, Harris sacudió la cabeza de forma
burlona mientras Trump hablaba, en ocasiones mirándolo fijamente con la mano en
la barbilla, mientras que Trump parecía que trataba de evitar ver a la
demócrata. Trump se apegó a los puntos que toca en sus actos de campaña y a sus
ataques que son populares entre su base de simpatizantes, pero que a sus
asesores les preocupa que no sean atractivos entre un sector más amplio de
votantes.
En cierto punto, Harris se volteó a ver a Trump y dijo
que, como vicepresidenta, ha hablado con dignatarios extranjeros “y dicen que
usted es una vergüenza”.
Trump volvió a negar su derrota ante el presidente Joe
Biden de hace cuatro años, cuando sus intentos por revertir el resultado dieron
lugar a la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio federal.
“Donald Trump fue despedido por 81 millones de
personas”, dijo Harris. “Así que dejemos eso en claro. Y evidentemente le
cuesta mucho trabajo procesar eso”.
Trump, en cambio, trató de relacionar a Harris con
Biden, preguntándole por qué no había tomado acciones sobre sus propuestas
mientras se desempeñaba como vicepresidenta, y centró sus ataques contra Harris
en la asignación que le encargó Biden de lidiar con las causas de raíz de la
migración ilegal.
El republicano prometió nuevamente deportar a millones
de personas que se encuentran sin autorización en Estados Unidos y advirtió que
Harris era “peor que Biden” y que sus políticas convertirían a Estados Unidos
en Venezuela.
En varias ocasiones se refirió a ella y a Biden como
personas débiles, y mencionó los elogios del primer ministro de Hungría, Viktor
Orbán, para demostrar que es sumamente respetado por dignatarios de todo el
mundo, asegurando que Orbán lo llama “la persona más temida”.