62 víctimas del accidente aéreo (Photo by Nelson ALMEIDA / AFP
agencia efeVinhedo, Brasil
Las autoridades brasileñas
concluyeron el sábado el rescate de los cuerpos de las 62 víctimas del
accidente aéreo en el sureste del país, al tiempo que avanzaban en el
análisis de las cajas negras para determinar las causas de su desplome.
El avión se precipitó el viernes sobre una zona
residencial de la localidad de Vinhedo,
unos 80 km al noroeste de la ciudad de Sao
Paulo.
De acuerdo con la
aerolínea Voepass, todos los ocupantes tenían documentación brasileña, pero
también había una mujer con doble nacionalidad portuguesa y tres venezolanos.
"En total, 62 cuerpos (34 masculinos y 28
femeninos) fueron rescatados y enviados a la morque de Sao Paulo para su
identificación y entrega a las familias", informó la gobernación del estado
de Sao Paulo en su balance actualizado.
"Dos víctimas ya
fueron identificadas", añadió.
El alcalde de Vinhedo
había informado que los dos cuerpos identificados corresponden al piloto y el
copiloto, dos de los cuatro tripulantes del vuelo.
Decenas de bomberos y policías trabajaron desde la
madrugada del sábado para extraer los restos humanos de entre el amasijo de
hierros en que quedó convertido el fuselaje del avión, del constructor
franco-italiano ATR.
Tras una caída libre que
fue registrada en videos por locales, la aeronave impactó sobre un jardín en un
complejo residencial enclavado en un apacible entorno arbolado.
Los vecinos del
condominio describieron escenas de terror al haber visto el avión desplomarse a
pocos metros de distancia. Ninguno de ellos resultó herido.
"Fue una sensación de
pánico, de impotencia (...) fue realmente muy, muy triste", declaró a la
AFP Roberta Henrique, de 38 años, presidenta de la asociación de vecinos del
Residencial Recanto Florido, donde cayó el aparato.
El presidente de Brasil,
Luiz Inácio Lula da Silva, decretó tres días de luto en el país.
CAÍDA VERTIGINOSA
La aeronave viajaba de
Cascavel, en el estado de Paraná (sur), al aeropuerto internacional de
Guarulhos, en Sao Paulo.
Imágenes compartidas el
viernes en redes sociales mostraron un avión de gran porte cayendo en picado a
gran velocidad.
De acuerdo con el sitio de
seguimiento de vuelos Flight Radar 24, el avión voló durante casi una hora a
17.000 pies (5.180 metros) hasta que a las 13H21 locales (16H21 GMT) empezó a
perder altitud y apenas un minuto después tuvo una caída brusca hasta los 4.100
pies (1.250 metros).
Según la Fuerza Aérea
Brasileña (FAB), la aeronave perdió contacto con el radar a las 13H22 locales y
la tripulación en ningún momento "declaró una emergencia ni estar bajo
condiciones meteorológicas adversas".
El Centro de
Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos de Brasil (Cenipa)
tiene previsto divulgar "en un plazo estimado de 30 días un informe
preliminar sobre el accidente", informó la FAB.
El organismo ya estaba
analizando en Brasilia las cajas negras que contienen grabaciones de la cabina
y datos del vuelo.
Esas "importantes informaciones
nos podrán contar lo que ocurrió en este trágico evento", dijo el
brigadier Marcelo Moreno.
¿FORMACIÓN DE HIELO?
Según la Agencia
Nacional de Aviación Civil, la tripulación y la aeronave, que volaba desde
2010, cumplían con todas las normas y certificados vigentes.
El director de operaciones
de Voepass, Marcel Moura, dijo que la noche anterior al
accidente el avión había pasado por un "mantenimiento de rutina" y no
presentaba "ningún tipo de problema técnico".
Especialistas apuntaron a
la hipótesis de que una formación de hielo en las alas del avión hubiera
provocado el accidente.
Moura admitió que este
modelo del constructor ATR vuela "en una franja donde tiene una mayor
sensibilidad al hielo" pero que las condiciones meteorológicas del viernes
preveían la presencia de ese elemento "dentro de las características
aceptables", dijo Moura.
Voepass fue fundada en 1995
bajo el nombre Passaredo. Con una flota de 15 aviones, actualmente conecta 37
destinos en Brasil y es la cuarta aerolínea del mercado doméstico, según la
empresa.
El fabricante ATR dijo que
sus especialistas están "comprometidos" con apoyar la investigación.
Es la primera gran tragedia
aérea en suelo brasileño en 17 años.
En 2007, un Airbus A320 de
la aerolínea brasileña TAM falló en su aterrizaje en el aeropuerto Congonhas de
Sao Paulo y se estrelló con 187 personas a bordo. El siniestro dejó 199
muertos, incluidas 12 personas que trabajaban en la pista.