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"Rita" es un niña de siete años en la Sevilla de mediados de
los ochenta y a través de sus ojos Paz Vega presenta la primera película en la
que combina su conocida faceta de actriz, con la de directora y guionista, en
una historia que le ha tomado ocho años llevar al cine y que nace como una oda
a la infancia, pero también a las madres.
"Es una
historia que habla de amor, de hermandad, de familia y de muerte, en un tiempo
y una época que no volverán. Es una película que apela a la nostalgia",
relata en una entrevista telefónica con EFE desde Locarno, donde ha estado para
el estreno mundial de "Rita" en el prestigioso Festival de Cine de
Locarno.
El estreno se ha realizado en la Piazza Grande de esta ciudad
italoparlante de Suiza, convertida estos días en un gigantesco cine al aire
libre con 8.000 butacas y un nutrido programa de películas de autor.
La actriz
española, quien prefiere no abordar la trama específica de la película para
mantener la intriga entre la audiencia, explica que ha querido escribir
"una carta de amor a la inocencia", hacer un relato que pone en valor
la infancia "porque tendemos a subestimar a los niños y les negamos el
lugar que se merecen".
Al mismo tiempo ha abordado una problemática dolorosa y
compleja, que también es de actualidad "y nos concierne a todos", lo
que la hace confiar en que la historia genere una reflexión profunda en el
público, que podrá verla en España a partir del 25 de octubre.
La historia -afirma- "no es una historia concreta",
así que "para darle una identidad y ubicar a los niños en un espacio y
tiempo concretos, decidí ir a mi propia infancia".
Llegar con película propia hasta un festival como el de
Locarno le ha tomado ocho años de trabajo, aunque asegura que las ganas de
estar detrás de las cámaras y de dirigir han estado allí muy desde el principio
de su carrera, desde el momento en el que descubrió como se hacían las
películas en la realidad.
"Conforme he estado en diferentes proyectos he ido
aprendiendo como es el proceso... digamos que soy una directora
autodidacta", comenta, tras recordar el día en el que pudo decir
"acción" como uno de los más felices de toda su vida.
"Poco a poco creció en mí la necesidad de contar una
historia, pero de contarla a mi manera, de poner la cámara donde yo quisiera y
de elegir las palabras que yo quisiera, no las que me impusieran, como sucede
cuando se es actriz", cuenta en la entrevista.
Vega ya está
inmersa en su segundo guión, que espera tarde mucho menos tiempo que el
primero, con la idea de compaginar su trabajo de actriz con el de directora, en
el que afirma haber sentido una gran satisfacción.
Vega espera que la audiencia trascienda generaciones porque
el tema que trata "es universal" y ayudará a los más jóvenes "a
entender como fue la infancia de sus padres".
"Me gustaría que la vieran madres e hijas porque de
algún modo creo que las reconcilia. A veces las relaciones madre e hija son
conflictivas, pero esta película ayuda a entender decisiones que nuestras
madres o abuelas pudieron haber tomado por necesidad", concluye.