El actor Alain Delon, mito del cine francés,
murió a los 88 años, anunciaron sus hijos Alain Fabien, Anouchka y Anthony en
un comunicado. Fuente externa
AFPParís, Francia
El legendario Alain Delon,
último gran ícono masculino del cine francés, falleció el domingo a los 88
años, tras una larga carrera empañada por la enfermedad y las desavenencias
familiares en el ocaso de su vida.
Sus tres hijos, Alain
Fabien, Anouchka y Anthony, anunciaron "con profundo pesar" que su
padre había fallecido en mitad de la noche, rodeado de su familia en su casa de
Douchy, en el centro de Francia.
En un comunicado
transmitido a AFP, la familia pidió "que se respete su intimidad en este
momento de duelo extremadamente doloroso".
Galán por excelencia durante décadas, a las órdenes de
maestros como Luchino Visconti o Jean-Paul Godard, Delon desapareció
prácticamente de la gran pantalla desde finales de los años 1990, pero no de la
prensa rosa o la televisión, con declaraciones controvertidas y problemas
domésticos.
En el verano de 2023 sus
tres hijos presentaron una denuncia contra su dama de compañía, Hiromi Rollin,
a veces descrita como su pareja, sospechando un abuso de debilidad.
Meses después esos tres
hijos se acusaron también mutuamente de desatender al patriarca, que había
sufrido un derrame cerebral años atrás.
Su último fulgor como estrella del cine, al que dedicó
toda su vida con enorme disciplina, fue en mayo de 2019, cuando recibió en
Cannes una Palma de Oro honoraria.
"Es un poco un
homenaje póstumo, mientras aún estoy vivo", comentó el actor, emocionado.
Alain Delon vivió sus
últimos años en su propiedad en Douchy, rodeado de altos muros y donde quería
ser enterrado, cerca de sus perros.
"Alain está en una
profunda soledad, elegida, en el pasado, con seres a quienes amó mucho",
dijo en 2015 a la AFP su antigua compañera, Mireille Darc, poco antes del 80
aniversario de la estrella.
CENTENAR DE PELÍCULAS
Alain Delon participó en
más de un centenar de películas desde su irrupción en la gran pantalla en 1957
de la mano de Yves Allégret ("Quand la femme s'en mêle").
Era un instintivo genial.
Se enorgullecía de no haber trabajado nunca su técnica y de apoyarse en su
carisma, una mezcla única de belleza incandescente y frialdad quebradiza.
"Lo mejor y lo peor, a
la vez inaccesible y cercano, frío y ardiente", resumía Brigitte Bardot.
"No es un actor
normal, Alain Delon. Es un objeto de deseo. Ni siquiera es sexy, ni masculino,
ni femenino: es una belleza infernal", destacaba el actor Vincent Lindon
en un documental en 2012.
Ese magnetismo fue oro para
los cineastas y muchas de sus películas son monumentos del séptimo arte.
Entre ellas, "A pleno
sol" de René Clément (1960), que le dio una aura internacional, "Roco
y sus hermanos" (1960), "El Gatopardo" (1963) del italiano
Luchino Visconti, o "La piscina" de Jacques Deray (1969).
En esta película, Delon
actúa junto a quien formó durante años una pareja glamorosa, Romy Schneider.
UN ACTOR SAMURAI
El cineasta más importante
en su carrera fue Jean-Pierre Melville, quien lo dirigió en
clásicos como "El samurái" (1967) y "El círculo
rojo" (1970).
Estos roles definieron el
mito de Delon, que explotaría en numerosos otras películas policiacas más
tarde: el hombre de honor viril y silencioso, obligado a luchar solo contra
fuerzas que lo superan.
Este personaje arquetípico
inspiraría a directores de todo el mundo, como el hongkonés John Woo o el
estadounidense Quentin Tarantino, a pesar de que el francés nunca se destacó en
Hollywood.
La carrera de Delon se
construyó paralelamente a la de otro monstruo sagrado, su amigo Jean-Paul
Belmondo.
Fue una amistad teñida de
cierta rivalidad, que brilló en pocas pero escogidas películas:
"Borsalino" en 1970 y "Uno de dos" (1998).
"Él y yo somos el día
y la noche", escribió Belmondo en un libro de memorias en 2016. Belmondo
es un hijo de burgueses con un estilo llano y popular. Delon, un chico de la
calle que aprendió a convertirse en un príncipe.
El actor Delon era
idolatrado en Francia, pero el hombre a menudo fue criticado y considerado
antipático.
Fue amigo del líder de
extrema derecha Jean-Marie Le Pen, y en repetidas ocasiones se mostró a favor
de la pena de muerte o en contra de la homosexualidad, a la que calificó de
"antinatural".
Nostálgico de los años del
general Charles De Gaulle, también era objeto de burlas por su ego y su
costumbre de hablar de sí mismo en tercera persona.