Los nuevos legisladores toman juramento de su cargo ayer en la sesión plenaria del Congreso en Ciudad de México, México.AP NEWS
AGENCIA APCiudad de México, México
Los miembros de las dos
cámaras del Congreso mexicano resultantes de las elecciones generales de junio
asumieron sus escaños el jueves en un ambiente marcado por la crispación, ya que
la mayoría oficialista está a sólo un senador de gozar de mayoría cualificada
en ambas estancias, lo que le permitiría sacar adelante polémicas reformas a la
Constitución.
En la Cámara de Diputados,
el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), al que pertenece el presidente
Andrés Manuel López Obrador, y sus socios coreaban un “sí se pudo” cuando se
oficializó su mayoría de dos tercios.
Con ella, podrán aprobar la
veintena de cambios constitucionales propuestos por el mandatario y entre los
que está la controvertida reforma al Poder Judicial que ha multiplicado las
protestas en el sector y ha cosechado críticas dentro y fuera del país sobre su
impacto en la independencia de la justicia mexicana.
Estas modificaciones incluyen una propuesta de restructurar
la judicatura para elegir a los jueces por votación popular, una medida que,
según los críticos, eliminaría la independencia de la justicia. También
incluyen la eliminación de organismos independientes que sirven de contrapeso
al gobierno como el de transparencia o de que lucha a favor de la libre
competencia.
“Resistencia,
resistencia”, coreaba la oposición en la Cámara de Diputados mientras sus
gritos quedaban opacados por los de los oficialistas.
Partidos opositores y
ciudadanos interpusieron miles de quejas ante el tribunal electoral para evitar
que Morena tuviera más poder en el Congreso del que obtuvo en las urnas, pero
el tribunal las desechó y el oficialismo consiguió el poder deseado debido a
sus pactos de coalición y a ambigüedades de la actual ley electoral.
Pero para que pueda
cambiarse la Constitución se necesita además mayoría cualificada en el Senado y
es ahí donde todavía no está todo logrado. No obstante, Morena confía en
conseguir el apoyo del senador que le falta.
DOS SENADORES OPOSITORES
De momento, ya logró que
pasaran a sus filas dos senadores opositores del ahora extinto Partido de la
Revolución Democrática (PRD), que perdió su registro nacional después de no
alcanzar el mínimo de 3% de los votos en las elecciones del 2 de junio.
Necesita conseguir el respaldo de un senador más para tener la mayoría
cualificada.
El cambio de bando de
parlamentarios no es nuevo en la política mexicana y ha ocurrido en diversas
ocasiones, pese a las críticas que habitualmente suscitan estos saltos de un
partido muchas veces entre organizaciones ideológicamente dispares.
Mientras la presidenta electa Claudia Sheinbaum,
integrante de Morena, celebró la llegada de los nuevos miembros a su bancada,
Araceli Saucedo y José Sabino, la oposición los tachaba de traidores y alertaba
a sus parlamentarios de las presiones que podrían avecinarse para conseguir el
voto faltante en los temas constitucionales.
Lo que hay en juego es la
batería de reformas constitucionales que rediseñarán partes esenciales del
Estado mexicano y que aunque fueron propuestas por López Obrador en febrero y
fueron estudiadas por los parlamentarios salientes, se votarán por los
integrantes de la nueva legislatura a partir del 1 de septiembre, cuando inicie
sesiones el Congreso.
Los cambios
constitucionales también requieren de la aprobación de dos terceras partes de
las legislaturas estatales, pero Morena y sus socios ya cuentan con esa
mayoría.