“Google
es un monopolista y actuó como tal para mantener su monopolio”.
Por Leire Ventas Role,Corresponsal de BBC News Mundo en Los Ángeles
Así se
pronunció este lunes el juez de distrito de Washington, Amit P. Mehta, sobre el
gigante tecnológico, en un fallo que, según los expertos, tiene el potencial
de modificar la forma en la que este tipo de empresas hacen negocios. Y
también la forma en la que millones de usuarios obtienen información en línea.
El
veredicto puso fin al que se considera el juicio por prácticas monopólicas más
importante de la era internet, el último de una serie de enfrentamientos entre
corporaciones tecnológicas multinacionales y el gobierno de Estados Unidos.
Y es que
fue el Departamento de Justicia el que demandó a Google, acusándolo de abusar
de su posición dominante en los servicios de búsqueda. La compañía acapara el
90% de las búsquedas en EE.UU.
Tras un
juicio de 10 semanas en el que se vio desfilar por el estrado a algunos de los
pesos pesados de la industria, entre ellos Sundar Pichai, el director ejecutivo
de Google y de Alphabet, el juez concluyó que la empresa realizó pagos
multimillonarios a diversos fabricantes para mantener su motor de búsqueda como
predeterminado en los navegadores web y que actuó con ello de forma ilegal.
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El fiscal
del Departamento de Justicia Kenneth Dintzer, quien se encargó el año pasado de
abrir los alegatos iniciales, había argumentado que para conseguir “esa
posición privilegiada” la empresa paga más de US$10.000 millones al año a
fabricantes de dispositivos como Apple, compañías de telecomunicaciones como
AT&T y fabricantes de navegadores como Mozilla.
Lo que dijo Google
Al
momento de esta publicación Google no había reaccionado aún al fallo.
Pero
durante el juicio alegó que básicamente se estaba castigando su éxito.
“Google
ciertamente no es el guardián de internet”, señaló el abogado principal de la
compañía, John E. Schmidtlein, en la audiencia inicial en septiembre del año
pasado.
Y subrayó
que los creadores de los buscadores pelean por conseguir ser la herramienta
predeterminada, que Google compite duro por ese puesto, y que si gana es “por
méritos propios”.
Además,
“esa intensa competencia no ha hecho más que mejorar el rendimiento y la
calidad de los navegadores, lo que ha resultado en un mayor uso de los motores
de búsqueda”, añadió.
Por su
parte, Kent Walker, el presidente de Asuntos Globales de Alphabet, la empresa
matriz de Google, argumentó que los directivos de Apple han dicho que eligen
Google porque es “el mejor” y que el acuerdo de su empresa con los
navegadores no es exclusivo.
Así
escribió en un post titulado: “La gente usa Google porque es útil. Nuestra
respuesta a EE.UU. vs. Google”.
“Pagar a
los fabricantes de dispositivos y a las operadoras por la promoción adicional
de servicios como Chrome y Search es similar a que un supermercado cobre a una
marca de cereales por poner sus productos a la vista en una estantería o al
final de un pasillo”.
¿Qué puede pasar ahora?
Además de
decretar que Google actuó de forma ilegal, la demanda del Departamento de
Estado reclamaba que se obligue a la compañía a cesar en sus supuestas
prácticas de abuso de posición dominante y que se adopten las “medidas
estructurales necesarias” para reparar cualquier daño anticompetitivo. Aunque
no especifica cuáles deberían ser esas decisiones.
En el
dictamen de más de 200 páginas hecho público este lunes, el juez Mehta del
Tribunal de Distrito de Columbia, nombrado en 2014 por Barack Obama, se limita
a establecer su responsabilidad y no aborda a qué sanciones podría
enfrentarse ahora el gigante de Silicon Valley.
Los
expertos barajan la posibilidad de que esto allane el camino a un
segundo juicio en el que se establezcan las medidas a tomar, y tampoco
se descarta que Google recurra el fallo ante un tribunal de apelaciones.
Sea como
fuere, eso no resta relevancia al fallo. Ya al presentar la demanda, el
Departamento de Justicia comparó el caso con otros juicios antimonopolio
cuyos resultados marcaron un hito.
En
concreto, con el de AT&T de 1974, que llevó a la partición del gigante
telefónico una década después, y con el de 1998 de Microsoft en el
mercado de las computadoras personales, por abusar de la posición de dominio
de su sistema operativo Windows para imponer su navegador Explorer.
En este
último, el juez dictó inicialmente la ruptura de Microsoft, aunque tras
presentar un recurso, el caso se cerró con un acuerdo con el gobierno.
Sea como
fuere, a la escisión de AT&T en 1984 se le atribuye haber
allanado el camino a la moderna industria de la telefonía móvil, mientras que a
la lucha con Microsoft se le atribuye haber abierto espacio a Google y otros en
internet.
Este no
es ni el primero ni el último de los procesos legales que enfrenta Google. Ya
en enero el fiscal general de EE.UU., Merrick Garland, anunció otra demanda, en
esa ocasión por el supuesto abuso de posición dominante en el mercado de la
publicidad digital.
Por otra
parte, en la Unión Europea el gigante tecnológico ha recibido las tres multas
más altas de la historia por prácticas anticompetitivas.