Familiares de Cristian Pinales al celebrar la victoria de su pariente en los juegos olímpicos de París 2024.
En una casa humilde ubicada en la marginal del sector de Villa San
Carlos en La Romana, nació Cristian Javier Pinales, conocido en el círculo
familiar como “Franklin”, quien este viernes logró poner su nombre al lado de
Pedro Julio Nolasco, como los dos únicos romanenses en alcanzar preseas en unos
Juegos Olímpicos.
Ante un hecho
tan importante, lo lógico es ver a toda la familia reunida en expectativa del
resultado, sintiendo cada golpe otorgado y recibido. Sin embargo, en la casa de
Pinales al momento de su pelea para asegurar el bronce, no había energía
eléctrica producto de una avería desde hace tres días, razón por la que
tuvieron que buscar otro lugar para poder ver el tan esperado momento.
Familiares de Cristian Pinales se abrazan luego del resultado de la pelea.
Su abuela
dijo que son incontables las horas en las que ha orado por su nieto, y esta
prefiere que le digan el resultado a tener que ver por televisión el combate
donde Pinales derrotó al croata Grabijel Veocic por decisión unánime.
“Cuando él
está peleando, yo estoy orando, dando mi batalla de rodillas”, expresó Rosa
Wells Adames, quien indicó que la madre del ahora medallista olímpico
probablemente no pudo ver la pelea porque estaba trabajando en la zona franca
del tabaco de esta ciudad.
Sus medallas obtenidas en los diferentes torneos le dan la
bienvenida a cualquiera que visita la casa, obviando el estado que se
encuentra, con filtraciones en el techo y el poco espacio en las habitaciones.
“Él tuvo una niñez muy movida e inquieta y practicó varios
deportes, siendo el boxeo donde se ha dado mejor”, añade la tía Aura Pinales,
quien tenía en sus brazos a Britany, de un año y dos meses, y que es hija del
boxeador.
Vecinos y
otros familiares afirmaron que la educación y valores cristianos hicieron de
Cristian un atleta disciplinado, que está cosechando en estos momentos los
frutos de hacer el bien y enfocarse en algo hasta lograr ser uno de los
mejores.
Ya terminado el combate y sabiendo el resultado de la pelea,
las tías de Cristian y su abuela rompieron en llanto dando gracias a Dios por
el logro del muchacho, que ya se acreditó los 8 millones de pesos del bronce y
que en cierto modo cambiará la realidad económica de la familia.
“Ganamos familia, ganamos, gloria Dios, Franklin ganó”
repetía varias veces Yosaira Pinales junto a su otra hermana, felices por este
triunfo que sin lugar a duda ha costado mucho sacrificio para el boxeador de
los 80 kilogramos.
Pinales
subirá al ring este próximo lunes con el objetivo de avanzar a la final y así
asegurar medalla de plata en esta competencia.