ARCHIVO - Foto del viernes 9 de junio del 2006, el golfista puertorriqueño Juan “Chi Chi” Rodríguez juega con una pelota durante una clínica en el Country Club Nashawtuc. (AP Foto/Steven Senne, Archivo)
(STEVEN SENNE / Associated Press)
Por DOUG FERGUSON
Juan “Chi Chi” Rodríguez,
miembro del Salón de la Fama y conocido por sus travesuras en el green e
inspiracional historia que lo convirtieron en uno de los golfistas más
populares en su larga carrera profesional, falleció el jueves. Tenía 88 años.
Su muerte fue anunciada por
Carmelo Javier Ríos, senador de Puerto Rico, de donde era Chi Chi. No dio las
causas de su fallecimiento.
“La pasión de Chi Chi
Rodríguez por la caridad y su alcance sólo fueron superados por su increíble
talento con el palo de golf”, dijo el comisionado de la PGA Jay Monahan en un
comunicado. “Con su vibrante y colorida personalidad dentro y fuera del campo,
se le extrañará enormemente en la Gira de la PGA y por aquellos a los que tocó
con su misión de dar de vuelta. La PGA envía sus más sentidas condolencias a la
familia Rodríguez en este momento difícil”.
Nacido con el nombre de Juan Antonio Rodríguez, fue el
segundo de seis hermanos. Nació Río Piedras, Puerto Rico y de niño ayudó a su
padre a cosechar los campos de azúcar de caña. La zona hoy en día es parte de
la zona urbana de San Juan, capital del territorio estadounidense.
Rodríguez aseguró que aprendió a jugar golf tirando
latas con palo de árbol de guayabas antes de trabajar como caddie.
Hizo su servicio en el Ejército de los Estados Unidos
entre 1955 y 1957 y se unió a la Gira de la PGA en 1960 ganando ocho torneos en
una larga carrera de 21 años. Además fue parte del equipo de la Copa Ryder.
Su primera victoria fue en 1963 en el Abierto de
Denver hasta su último triunfo en el Abierto de Tallahassee en 1979.
Pero fue más conocido por sus jugarretas en el
fairways, que incluyeron mover su palo de golf como espada, que se conocía como
“su rutina de matador” o festejar con un baile estilo salsa tras un birdie.
En 1998 fue hospitalizado con dolor de pecho y
renuentemente visitó un doctor, que confirmó que sufrió un infarto.
Tras su recuperación regresó a competir un par de
años, pero poco a poco participó menos hasta que terminó dedicándose más a sus
actividades de caridad y con su comunidad.
En los últimos años pasó más tiempo en Puerto Rico.
Le sobrevive su esposa de más de 60 años, Iwalani. Así
como la hija de su esposa, Donnette.