Dak Prescott, quarterback de los Cowboys de Dallas, se encuentra a un costado del campo durante la primera mitad de un partido de pretemporada de la NFL contra los Chergers de Los Ángeles, el sábado 24 de agosto de 2024, en Arlington, Texas. (Foto AP/Tony Gutierrez)
(Tony Gutierrez / Associated Press)
Por SCHUYLER
DIXON
Se espera que Dak Prescott
reciba un pago, ya sea de Dallas o de otro equipo que esté dispuesto a superar
los 50 millones por año si los Cowboys dejan que expire su contrato después de
esta temporada.
Russell Wilson aún no ha
sido confirmado como el titular de Pittsburgh para el inicio de la temporada,
en la que parece ser la última oportunidad para el nueve veces seleccionado al
Juego de Estrellas para revivir una carrera que se ha estancado desde sus días
como una estrella en Seattle.
El concepto de silla
caliente es distinto para Prescott y Wilson, entre otros quarterbacks que enfrentan
situaciones potencialmente decisivas, pero aun así son condiciones delicadas.
En el caso de Prescott, segundo en la votación al
Jugador Más Valioso el año pasado, está su deseo de llevar a los Cowboys a
donde no han llegado en casi tres décadas: pasar de la ronda divisional de los
playoffs.
Después de su peor debacle en una sorpresiva derrota
en la ronda de comodines frente a Green Bay la temporada pasada, Prescott
encara las dudas de si es el indicado para conseguir lo que Tony Romo no pudo
en 10 años como titular.
Esta será el noveno intento para el veterano de 31
años y que entra al último año de su contrato de 160 millones y cuatro años, un
récord del equipo.
El primero fue en su temporada de novato, al lado de
su compañero de generación Ezekiel Elliott como corredor, liderando a Dallas a
ser el mejor equipo de la NFC, para perder ante Aaron Rodgers y los Packers en
su debut en playoffs.
Los Cowboys dicen que desean retenerlo. Prescott,
quien reemplazó a un lesionado Romo en su primer campo de entrenamiento y desde
entonces fue titular, dice que quiere quedarse.
Sin embargo, el Novato Ofensivo del Año de AP en 2016,
está en la mira en 2024, ya que han pasado 28 años y contando desde la última
vez que los Cowboys acuedieron al partido por el campeonato de la NFC. Dallas
ganó su quinto título de Super Bowl al terminar la temporada 1995.
Quarterbacks a quienes se les agota el tiempo, o que
están en circunstancias complejas:
Días después, Pittsburgh obtuvo en un intercambio a Justin
Fields, cuando Chicago decidió dar vuelta a la página de su 11ma selección
global en 2021, despejando el camino para elegir a Caleb Williams al inicio del
draft de este año.
Se presume que Wilson será el titular y que Fields
estará listo si el veterano sigue mostrándose como el jugador con récord de
17-27 como titular en las últimas tres temporadas.
Jones viene de una lesión de ligamento anterior
cruzado que le puso fin en noviembre a su temporada de 2023. Su marca de 1-5
fue su cuarta campaña con un balance negativo en cinco años con los Giants, pero
Jones firmó una extensión por 160 millones, casi la mitad garantizados, después
de su único año ganador que llevó a Nueva York a los playoffs en 2022.
Los Giants deberán tomar una decisión financiera sobre
el lugar de Jones en su nómina cuando inicie el nuevo año de la NFL, la próxima
primavera, y dejarlo libre podría generar ahorros considerables en el tope
salarial.
Como sucedió varias veces con la franquicia que lo
eligió en el draft, su debut con los Saints cerró de forma agónica cerca de los
playoffs. Carr fue golpeado y abucheado en la primera mitad de la temporada,
pero jugó muy bien en el cierre y Nueva Orleáns se quedó fuera de postemporada
por criterios de desempate.
Pero, la temporada 2023 fue una locura para Hurts y
compañía.
Los Eagles comenzaron 10-1 antes de perder seis de sus
últimos siete juegos, incluida una derrota de 32-9 en la ronda de comodines en
Tampa Bay.
El entrenador en jefe Nick Sirianni asumió gran parte
de la culpa, pero hay muchas dudas sobre Hurts después de que firmara una
extensión de contrato por cinco años y 255 millones de dólares.
Gracias a ese contrato, Hurts no va a ir a ningún lado
pronto. Pero el jugador de 26 años y su equipo necesitan revertir el rumbo que
sea casi tan rápido como el que arruinó la temporada pasada.