ARCHIVO - El mexicano Saúl “Canelo” Álvarez, se aleja a su esquina luego de derribar a Jaime Munguía en una pelea por el título de los supermedianos en Las Vegas, el 4 de mayo de 2024
(John
Locher / Associated Press)
Por CARLOS RODRÍGUEZ
Desde diciembre del año
pasado, Saúl “Canelo” Álvarez encontró un método para enfrentar las guerras en
el cuadrilátero: busca primero la paz interior.
Con este propósito, el
campeón mundial inició con ejercicios de meditación que le han ayudado, entre
otras cosas, a silenciar el ruido en las redes sociales previo a sus combates,
como el que sostendrá el 14 de septiembre ante Édgar Berlanga.
El púgil mexicano expondrá
los cuatro títulos de peso supermediano en su poder cuando enfrente al peleador
boricua.
Berlanga declaró que él es más
querido entre los mexicanos que el propio Álvarez, una provocación no hizo eco
en los oídos del “Canelo”.
“No he escuchado, normalmente cuando estoy en el
campamento no veo redes sociales, estoy concentrado, tratando de meditar y de
estar tranquilo. Al final de cuentas no pasa nada con todo lo que diga”, dijo
Álvarez en una videollamada con The Associated Press.
Álvarez, de 34 años, derrotó en mayo a su compatriota
Jaime Munguía y retuvo los cetros supermedianos del Consejo Mundial (CMB), de
la Asociación Mundial (AMB), de la Federación Internacional (FIB) y de la
Organización Mundial de Boxeo (OMB).
En abril, Berlanga fue designado por la AMB como el
retador mandatorio.
“Por una parte está bien que hable para que se
calienten las cosas, ahora que me lo dices quizá a mí me puede servir para que
dé ese extra de motivación para hacer mejor las cosas”, agregó el “Canelo”.
mientras se reclinaba en un asiento de la sala en su sede de preparación en
Lake Tahoe, California. “Todo es perfecto al final del día”.
La tranquilidad que proyecta Álvarez a un poco más de
dos semanas de su próxima pelea no debería sorprender. Después de todo, el
próximo año cumple 20 años de haber debutado profesionalmente en el 2005,
cuando no existían las redes sociales.
“Las redes son un arma de doble filo, hay que saberlas
utilizar bien porque son eficaces para muchas cosas, pero también lo pueden ser
para mal. Hay que ser prudentes”, agregó el boxeador de la ciudad occidental de
Guadalajara. “Yo ha habido veces que previo a una pelea las dejo de ver cuatro
meses. Es que en realidad no hay nada que ver, que me enseñe a aprender o
avanzar”.
Esa lucha abajo del ring por encontrar cosas que lo
ayuden a mejorar como persona llevó a Álvarez a la meditación. Fue su hermano
Ricardo quien en diciembre lo acercó a un mundo en el cual quiere adentrarse
todavía más.
“Tengo desde diciembre pasado que empecé es algo que
me cambió la vida. Había escuchado que la gente meditaba y yo decía ´para qué´
y no le veía ningún sentido, pero cuando empecé fue increíble”, relevó Canelo.
“Es algo que te mantiene en calma, te escuchas a ti mismo, estás en paz y
aprendes muchísimo”.
Álvarez ha tomado tan en serio el tema de la
meditación que incluso ha modificado la música que escucha, no sólo en sus
ratos de ocio en la concentración, sino en sus entrenamientos.
“Antes oía corridos y mariachis y me sigue gustando
esa música, pero por ahora escucho más ópera, más indie y música tranquila, de
amor”, dijo Álvarez. “Y lo hago todo el tiempo, porque esto es un trabajo
constante de todos los días, no es de sólo hacerlo un tiempo y dejarlo”.