El sistema de defensa aérea israelí Cúpula
de Hierro dispara para interceptar un ataque desde el Líbano sobre la región de
Galilea, visto desde los Altos del Golán anexados por Israel, el domingo 4 de
agosto de 2024. (Foto AP/Leo Correa)LEO
CORREA
AGENCIA AFP
Con llamados a salir de Líbano, el
refuerzo de la presencia militar estadounidense en Oriente Medio y la
suspensión de conexiones aéreas, la preocupación por una escalada militar en
esa región crece ante la intensificación de las amenazas de Irán y sus
aliados contra Israel.
Estados
Unidos y Reino Unido instaron
a sus ciudadanos presentes en Líbano a partir cuanto antes, mientras Canadá
pidió a sus nacionales evitar viajar a
Israel.
"Las tensiones son elevadas y la situación podría
deteriorarse rápidamente", advirtió el ministro de Exteriores de Reino
Unido, David Lammy, al agregar: "Mi mensaje a los ciudadanos británicos
allí es claro: váyanse ya".
Los jefes de las diplomacias de Estados
Unidos y Francia, Antony Blinken y Stéphane Séjourné, instaron en una
conversación telefónica a todas las partes a la "máxima moderación, para
evitar una conflagración que tendría consecuencias devastadoras
para los países de la región", indicó la cancillería francesa.
El Departamento de
Defensa de Estados Unidos reveló el viernes que había ordenado
"ajustes" para "mejorar la protección" de sus fuerzas y
"aumentar el apoyo a la defensa de Israel", ante "la posibilidad
de una escalada regional por parte de Irán y sus socios".
Consultado en su casa de playa en Delaware si creía que Irán
desistiría de tal acción, el presidente estadounidense, Joe Biden, respondió:
"Espero que sí, no lo sé".
La tensión
subió con la muerte el martes de un alto cargo
de Hezbolá, en un bombardeo israelí de un suburbio de Beirut, y con el
asesinato al día siguiente en Teherán, atribuido a Israel, del líder de Hamás, Ismail Haniyeh.
Haniyeh, cuya muerte fue denunciada el sábado en protestas en
varios países musulmanes -entre ellos
Marruecos y Turquía-, fue enterrado la víspera en un cementerio cerca de
Doha, en Catar, donde vivía exiliado, tras
recibir multitudinarias exequias.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, amenazó a
Israel con un "castigo severo" y el líder de Hezbolá, Hasan
Nasrallah, habló de una "respuesta inevitable".
mud Basal,
confirmó anteriormente a la AFP que el complejo albergaba a desplazados por la
guerra.
El ejército israelí confirmó el ataque e indicó que estaba
dirigido contra "terroristas que operaban en un centro de comando y
control de Hamás" instalado dentro del complejo.
La guerra se inició el 7 de octubre, con una incursión de comandos islamistas que mataron a 1.197
personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251
en el sur de Israel, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales
israelíes.
Israel estima que 111 personas siguen cautivas en Gaza,
aunque 39 de ellas habrían muerto.
En respuesta, Israel lanzó
una ofensiva que ya mató a 39.550 personas en Gaza, también civiles en mayor
proporción, según el Ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado
por Hamás desde 2007.