Los uruguayos Ronald Araújo (izquierda) y Darwin Núñez (derecha) celebran la victoria 1-0 ante Estados Unidos, por el Grupo C de la Copa América.
AGENCIA AP
Todo duelo entre Brasil y Uruguay es una cita imperdible.
Con el
cartel de final anticipada, este clásico eterno es el plato fuerte de los
cuartos de final de la Copa América.
La cita en el Allegiant Stadium de Las Vegas exhibirá siete
Copas del Mundo, cinco de Brasil y dos de Uruguay. También hay 24 cetros
continentales conquistados entre los dos, 15 de la Celeste y nueve de la
Canarinha.
Pero el
presente de las selecciones es dispar.
Uruguay llega entonada por una campaña perfecta en la primera
ronda y varias resonantes victorias durante el transformador primer año bajo
las órdenes de Marcelo Bielsa.
La Celeste ha dejado atrás ser un equipo especulador.
Entregada a la filosofía del técnico argentina, ahora se caracteriza por un
estilo de juego asociativo y que en todo momento procura tiene al arco rival en
la mira.
A contra cara, Brasil llega a los tumbos y soportando muchas
críticas por su rendimiento. Desde que se despidió en los cuartos de final del
Mundial de 2022, Brasil se demoró en designar a un técnico permanente y ha
tenido su peor comienzo en las eliminatorias de Sudamérica — marcha sexto tras
sufrir seis derrotas en las primeras seis fechas.
Pero nadie se atreve a dar por descartado a Brasil, incluso
cuando le toque afrontar el partido contra Uruguay sin el astro Vinicius
Júnior, suspendido por acumulación de tarjetas.
“Les faltará un jugador muy importante, que genera y
representa mucho, pero no deja de tener en su plantel reemplazos de calidad”,
sostuvo Luis Suárez, el goleador histórico de Uruguay que en esto torneo ha
sido relegado al papel de suplente.
El historial entre los dos está inclinado a favor de Brasil,
con 38 victorias y 20 empates. Uruguay cuenta con 21 victorias, ninguna como el
Maracanazo de 1950 cuando enmudeció a más de 160.000 espectadores al remontar
ante Brasil e impedirle consagrarse campeón en casa.
Como antecedente inmediato está la victoria de Uruguay en la
cuarta fecha de las eliminatorias sudamericanas, imponiéndose 2-0 en octubre
del año pasado en el Estadio Centenario de Montevideo, con goles de Darwin
Núñez y Nicolás De La Cruz. La Celeste rompió una racha de 22 años sin ganarle
a Brasil.
Un mes después, Uruguay también otro golpe al vencer por 2-0
a la campeona mundial en Buenos Aires.
De figura
excluyente en la conquista de Copa América de 2011 y haber alcanzado las
semifinales del Mundial un año antes, Suárez es el mentor de una nueva
generación jugadores, liderada por Núñez, Federico Valverde y Ronald Araújo.
“Ese poderío del que todo el mundo habla se lo ganaron ellos
dentro de la cancha junto con el entrenador, demostrando que se le puede ganar
a cualquiera”, dijo Suárez.
El atacante de 37 años jugó la pasada temporada en Brasil con
Gremio y se refirió a las inmensas expectativas que rodean a la Canarinha:
“Conviven con una gran presión, y a veces les juega una mala pasada”.
Es lo que se ha encontrado Dorival Júnior, quien fue nombrado
técnico en enero.
“Este es un gran desafío para nosotros, especialmente en este
momento de reconstrucción, con un nuevo ciclo. Por eso, pedimos paciencia para
poder mejorar en todos los aspectos”, clamó el arquero Alisson Becker.
Rodrygo y Raphinha — quien fue dirigido por Bielsa en Leeds
United — liderarán el ataque de Brasil. Dorival deberá buscar un reemplazo para
Vinicius, con Endrick y Savinho en la baraja.