Por Natanael Santos
El desarrollo y el crecimiento económico del valle de San Juan de la Maguana es
digno de estudio, ya que parafraseando al doctor Balaguer refiriéndose al paÃs,
este es un valle rico, pobremente administrado.
Si hacemos un análisis retrospectivo de los actores que inciden en la economÃa
del valle, podemos decir que existen no más de 10 familias que históricamente
han manejado las riquezas generadas por la producción agrÃcola,
el comercio, la ganaderÃa y en menor medida el desarrollo inmobiliario, centralizado
en muy pocas manos la económica de esta provincia.
Estas familias en sus inicios se dedicaban a la agricultura, actividad que han
abandonado debido a lo muy riesgosa que resulta, y muchos se han cambiado a
otras áreas de negocios sólo unos pocos vivos, han sabido hacer riqueza con la
agricultura, unos que descaradamente se aprovechan muy ventajosamente de las
ayudas estatales que casi todos los gobiernos han llevado a cabo en el valle,
mediante implementación de programas y la ejecución de proyectos que debieron
impactar positivamente y reducir la pobreza en el valle, pero no ha sido
asÃ, ya que la agricultura de gran escala ha quedado en muy pocas manos y los
pequeños agricultores practican una agricultura de subsistencia.
Existen supuestos lÃderes del sector agropecuario que se sirven con la cuchara
grande cada vez que se implementa uno de esos programas, como ha sucedido con
el famoso " Plan San Juan", que no es un secreto, miembros de su
junta directiva han sido de los más beneficiados con los fondos de dicho plan.
Por otro lado, la falta de oportunidades ha inducido a un éxodo desde esta
provincia a otros lugares donde hay más oportunidades empleo, llegando San Juan
a perder legisladores por la reducción acelerada y continua de su población.
Sin embargo, en la actualidad el 61% de la población de la provincia está por
debajo de la lÃnea de pobreza, mientras debajo de las lomas de San Juan,
especÃficamente en la zona norte de la provincia, hay unos 3 millones de onzas
de oro que, de ser explotada de manera sustentable, podrÃa reducir la dramática
situación de pobreza en el valle.
Actualmente los principales opositores al proyecto son los oportunistas de
siempre y productores agrÃcolas, que prefieren que sus cosechas se pierdan para
que el Estado le proteja y se las pague más cara que lo que el libre mercado le
garantiza como precio de venta. Lo que estoy diciendo es que hay productores
que prefieren que sus cosechas se pierdan para que el gobierno se las pague a
un precio negociado y no tener que llevarla al mercado a competir con otros
productos.
Queda claro que no es la agricultura por sà sola que va a sacar ese 61% de
sanjuaneros de la pobreza, no ha podido hacerlo, y sabemos que no podrá.
Los que andan metiendo miedo con la supuesta contaminación de las aguas, deben
detenerse a escuchar, cuál es el sistema de explotación propuesto por la
empresa GoldQuest, y que si entienden favorable se establezcan los mecanismos
de supervisión y vigilancias que sean necesarios, para que dicho proyecto se
ejecute con el debido respeto al medio ambiente y que el mismo se realice, como
lo han propuesto, soterrado, sin usar el agua de los rÃos y sin el uso de
quÃmicos contaminantes.
Porque si queremos más y mejores empleos, si queremos reducir el éxodo de
nuestros jóvenes, si deseamos que la distribución de las riquezas del valle y
la región sea más equitativa, de modo que no quede en manos de empresarios,
principalmente del sector agropecuario, oportunistas, avivatos que no le duele
el desempleo y la pobreza de muchos, porque ellos se sirven de grandes
ventajas. Creo firmemente que el estudio de impacto ambiental propuesto por la
minera más que un deseo, es una urgencia para la economÃa del valle de San Juan
y para los pobres de esta zona, que sin opción de desarrollo y de crecimiento
económico, tendrán tristemente que emigrar fuera de la provincia.
Los pseudos-ambientalistas de San Juan, han hecho creer que el proyecto
destruirÃa grandes áreas de bosques y que dicha explotación serÃa a cielo
abierto, siendo esto totalmente falso, ya que estas montañas actualmente están
deforestadas y dedicadas al comiquisimo, la ganaderÃa y agricultura de
subsistencia. A pesar que los promotores del proyecto se comprometen a
ser una explotación subterránea, sin el uso de quÃmicos contaminantes, ni de
las aguas de los rÃos ellos, pero estos insisten en meterle miedo al valle, con
expresiones apocalÃpticas de contaminación y de destrucción.
El drama ambiental que se vive en esas lomas deforestada, unido a la extrema
pobreza de su gente, hacen que la propuesta de los mineros sea una esperanza
real y que represente un cambio en la calidad de vida para la gente de la
provincia y la región, por lo que el estudio de impacto ambiental más que ser
un deseo de la minera o un capricho de los ambientalistas que se niegan, es una
necesidad urgente que determinarÃa la sostenibilidad económica y el desarrollo
integral de la región.
El autor es: Productor y empresario agrÃcola de San Juan de la Maguana