Un cartel se muestra en un edificio de Google en su campus en Mountain View, California, el 24 de septiembre de 2019.
(Jeff Chiu / Associated Press)
Los
gobiernos de Canadá y Australia han sido pioneros en buscar que los gigantes
del Big Tech, Google y Meta, paguen a los medios tradicionales por el contenido
de noticias que ellos utilizan, específicamente cuando sus artículos aparecen
en los resultados de las búsquedas y en las redes sociales.
Desde hace años, los editores y dueños de medios de
comunicación tradicionales se han quejado de que las empresas tecnológicas han
acaparado su mercado publicitario, lo cual ha dado como resultado varios
cierres de periódicos y despidos de miles de periodistas. Las leyes recientes
en Canadá y Australia han pretendido recuperar parte de ese dinero, pero la
batalla no ha sido nada sencilla.
El gobierno de Canadá, bajo el Online News Act (Ley de
Noticias en Línea), el año pasado buscó que los gigantes del “Big Tech”, Google
y Meta, pagaran por el contenido de noticias que ellos utilizaban,
específicamente cuando sus artículos aparezcan en los resultados de las
búsquedas y en las redes sociales.
En 2021, el gobierno australiano ya había presentado
el News Media Bargaining Code (Código de Negociación de los Medios de
Comunicación), que obliga a plataformas como Google y Meta a pagar a los medios
de comunicación por alojar enlaces a artículos periodísticos en sus sitios.
Como era de esperarse, Google y Meta se opusieron
primero a esas leyes, pero poco a poco fueron cediendo. Posteriormente,
aceptaron la legislación australiana firmando acuerdos de contenidos por valor
de unos 150 millones de dólares con medios de comunicación, sin ser necesario
de que el gobierno interviniera.
Sin embargo, los gigantes no tardaron en cambiar de
opinión.
Meta ha decidido alejarse de las noticias, para evitar
pagar los miles de millones de dólares en Australia y Canadá, y por supuesto, a
otros países como Estados Unidos, que ya están adoptando las mismas medidas.
Recientemente, Meta anunció que dejará de pagar a los editores de noticias
australianos por los contenidos que aparezcan en Facebook, lo que supone una
nueva batalla con el gobierno australiano. Meta también canceló la pestaña de
noticias en el Reino Unido, Francia y Alemania. En marzo pasado, decidió
desactivar la opción de noticias en Estados Unidos.
Para algunos, como en Australia, el contraataque de
Meta hacia estas leyes no son sorpresa, pues consideran que estas leyes carecen
de fuerza.
“Creo que no es una legislación terriblemente bien
redactada. Pero también creo que Meta probablemente pueda argumentar con más
fuerza que realmente no considera que las noticias sean significativas y
valiosas para el tráfico de su plataforma”, indicó Tamar Weaver, profesor de
estudios de internet en Curtin University en Perth, Australia.
News Corp., de Rupert Murdoch, fue la impulsora
original de una ley en Australia que obligaba a las plataformas a negociar con
los medios de comunicación si querían compartir enlaces a sus historias. Debido
a su poder en ese país, Murdoch recibió grandes ganancias gracias al News Media
Bargaining Code, pero con el paso del tiempo, los medios de comunicación se
dieron cuenta que la ley australiana también otorgaba un gran poder a Meta y
Google para alcanzar sus acuerdos con los medios de comunicación, y no existe
un registro claro sobre el valor monetario del acuerdo.
El logotipo de Meta se ve en la feria Vivatech en París, Francia, el
miércoles 14 de junio de 2023.
(Thibault Camus / Associated Press)
Mientras tanto, expertos en medios en Australia también temen que
mientras se da una batalla contra Facebook y Meta, existen ya otro tipo de
amenazas para los periodistas: la Inteligencia Artificial.
“Es un espacio que se mueve rápidamente. Así que ahora
la gran preocupación es probablemente la IA y si esta va a sustituir a los
periodistas”, expresó Andrea Carson, catedrática de comunicación política en el
departamento de política, medios de comunicación y filosofía de la Universidad
La Trobe de Melbourne.
En Canadá, los resultados fueron aún menos optimistas.
Google primero acordó pagar 100 millones de dólares, de los cuales dos tercios
fueron supuestamente a los medios impresos y digitales, y el tercio restante se
repartió entre CBC/Radio-Canada y otras emisoras privadas y públicas, según un
artículo de la CBC. La compensación anual para las organizaciones de noticias,
exigida por la Ley de Noticias en Línea, se distribuirá entre los medios en
función del número de periodistas a tiempo completo que hayan empleado en el último
año natural y que hayan producido contenidos informativos originales.
“Los medios de comunicación son absolutamente
esenciales para la responsabilidad democrática. Vivimos tiempos muy, muy
turbulentos políticamente. Necesitamos medios de comunicación independientes,
sólidos y legítimos”, declaró Natasha Tusilov, profesora adjunta del
departamento de ciencias sociales de la Universidad de York.
Aún más rápido que en Australia, Meta no lo pensó dos
veces al retirar por completo los contenidos de noticias de sus plataformas. Si
un usuario canadiense intenta publicar un enlace a una noticia en Facebook,
aparece un mensaje de error que le informa de que no se puede publicar.
“Ha sido un desastre, y no hay mucha ciencia de que
esté mejorando mucho, en realidad. Creo que el gobierno federal de Canadá,
empujado por la industria de la información existente, en su mayoría lo que se
podría describir como los principales medios de comunicación, elaboró el
programa, y subestimaron enormemente la respuesta de lo que harían las empresas
de medios sociales”, expresó Chris Waddell, profesor y exdirector de la escuela
de periodismo y comunicación de la Universidad Carleton de Ottawa, Canadá.
En Estados Unidos se han propuesto leyes similares,
entre ellas la California Journalism News Act (La Ley de Competencia y
Preservación del Periodismo), que por ahora está avanzando en la legislatura.
Según un estudio realizado por Columbia University, Google y Meta le deben 10
mil millones de dólares al año a los medios tradicionales por adquirir su
contenido.
Google está bloqueando temporalmente el contenido de
los medios de comunicación con sede en California para algunos residentes del
estado, en lo que es una táctica política que la industria de la tecnología ha
utilizado en repetidas ocasiones para tratar de descarrilar este tipo de
proyectos de ley.
“Llevamos mucho tiempo diciendo que este es el enfoque
equivocado para apoyar el periodismo”, publicó Jaffer Zaidi, vicepresidente de
Google para asociaciones globales de noticias.