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Arturo López-Levy, investigador asociado en el Instituto de Estudios
Regionales Comparados de la Universidad de Denver, explica: "El Gobierno
está en este momento en unas condiciones muy precarias en términos de algunas
áreas fundamentales".
Cuba instaura un modelo de 'economía de guerra' para
encarar la crisis económica
La declaración de las autoridades
cubanas implica cambios que incluyen recortes presupuestarios, una
política de precios únicos, tanto en el sector estatal como en el privado, y
algunas regulaciones y reajustes destinados a “corregir distorsiones y
reimpulsar la economía durante 2024″.
El anuncio fue hecho el
domingo en una reunión del Consejo de Ministros, encabezada por el presidente
Díaz-Canel. Y busca ajustar el presupuesto a una situación extrema, después de
que el país cerrara el 2023 con una inflación del 30 %, una caída del 2 % del
PIB y una depreciación de la moneda de más del 50% frente al dólar y al euro en
el mercado informal.
MEDIDAS NECESARIAS PARA AFRONTAR LA INSEGURIDAD ENERGÉTICA
Aún se desconoce cuándo se
aplicarán las medidas, ¿pero por qué son necesarias?
Arturo
López-Levy, investigador asociado en el Instituto de Estudios Regionales
Comparados de la Universidad de Denver, explica: "El Gobierno está en este momento en
unas condiciones muy precarias en términos de algunas áreas
fundamentales".
"En esas
circunstancias tan difíciles, están hablando de establecer un mecanismo de
control sobre recursos que son extremadamente escasos y vitales para el
funcionamiento mínimo de la economía", indica.
El experto asegura que una de ellas es la seguridad
energética, debido a las sanciones que instauró el expresidente de EE.UU.
Donald Trump, y que el actual presidente Joe Biden no ha desmontado, ya que sus
esfuerzos están concentrados en "los problemas de mala gestión de las
guerras en Oriente Medio y Ucrania".
Cuba aspira a un modelo
de economía mixta
"En esas
circunstancias tan difíciles, están hablando de establecer un mecanismo de
control sobre recursos que son extremadamente escasos y vitales para el
funcionamiento mínimo de la economía", aclara López-Levy.
A su juicio, la declaración de "economía de
guerra" ilustra la precariedad que atraviesa la isla y es un mensaje hacia
los sectores económicos para que se adapten a este escenario.
No obstante, consideró
que el impacto de las medidas no se verá en el corto plazo. Mientras que si se hacen
los cambios estructurales necesarios, recién habrá resultados en un mediano
plazo.
"El Gobierno de Cuba
aspira a un modelo de economía mixta que, sin duda, sea mucho que todo lo que
ha habido, que lo que hay y que sea una alternativa a un paquete de medidas
neoliberales," dijo Levy.
El investigador de la universidad de Denver considera
que la cuestión de la guerra económica norteamericana contra Cuba "no es
algo que el Gobierno controle".
"Es por ello que el
Gobierno de Cuba toma medidas que establezcan un paradigma, un modelo económico
distinto donde las potencialidades de desarrollo interno se dinamicen",
afirma López-Levy.
"Yo creo que en ese
sentido, el Gobierno de Cuba aspira a un modelo de economía mixta que, sin
duda, sea mucho que todo lo que ha habido, que lo que hay y que sea una alternativa
a un paquete de medidas neoliberales", asevera el investigador.
De momento, la situación
es crítica. Algo admitido por el propio presidente, que reconoció
“complejidades
económicas” que repercuten tanto en la entrega en tiempo de los alimentos que
los hogares reciben de manera racionada, como en los constantes cortes de
electricidad y en la inflación que afecta el acceso de las familias a productos
de primera necesidad.
Según dijo, las causas
muchas veces están “directamente relacionadas con la burocracia y el
ineficiente control" que realizan desde su sistema institucional.