El serbio Novak Djokovic saluda a la afición luego de vencer a Lorenzo Musseti para avanzar a la final de
AGENCIA AP
“Sólo
pensaba en moverme bien y no lesionarme”, aseguró.
Tras superar sus primeros duelos en el All England Club, pero
sus pensamientos cambiaron para decirse: “Ok, creo que estoy cerca de mi mejor
estado y podría tener la oportunidad de ganar el título”.
Ahora está a
una victoria de ganar su octavo campeonato en Wimbledon —para empatar el récord
de Roger Federer de hombres— y su 25mo título de Grand Slam, más que cualquier
otro tenista en la historia. Pero no será fácil. El domingo Nole enfrentará al
campeón defensor Carlos Alcaraz en una revancha de la final del año pasado y a
la que asistirá la Kate, Princesa de Gales, en una inusual aparición pública
tras ser diagnosticada con cáncer.
“La historia está en juego”, indicó Djokovic sobre los hitos
que podría alcanzar. “Por supuesto es una gran motivación, pero al mismo tiempo
también pone una gran presión y expectativas. Cada vez que me paro ahora en la
cancha, incluso a los 37 años y enfrentó a jugadores de 21, aún espero ganar la
mayoría de los duelos. Y la gente espera que yo gane”.
Es dudosos que muchos esperaban que ganara suficientes duelos
para llegar a al final —al menos no el tres de junio, el día en el que se
lesionó la rodilla en el Abierto de Francia. O el 4 de junio cuando se dio de
baja en los cuartos de final del torneo como campeón defensor. O el 5 de junio
cuando se sometió a la operación en París.
Incluso
Djokovic no sabía si iba a jugar hasta cuando se realizó el sorteo a finales de
junio.
Pero fue Alcaraz, durante Roland Garros, quien reconoció el
historial de Djokovic al regresar de lesiones: “Vuelve más fuerte y rápido”.
Nuevamente Alcaraz llamó sobrehumano a Nole cuando se enteró que volvería a la
acción.
Para cuando venció a Lorenzo Musetti en la semifinal del
viernes, Djokovic ya no sentía dolor y se movía con facilidad portando una
manga gris en su rodilla.
Dentro de todo el segundo sembrado ha tenido una temporada de
altibajos. No sólo no ha ganado ningún título, pero ni siquiera ha disputado
una final.
Pero nada de esto importa el domingo cuando intentará evitar
que Alcaraz sume su cuarto título de Grand Slam.