AGENCIA EFE
La princesa Kate Middleton participó este sábado en el saludo a la
multitud desde el balcón del Palacio de Buckingham junto al resto de la familia
real, uno de los actos más icónicos de la realeza británica, en su primera
aparición en público tras haber sido diagnosticada de cáncer.
El saludo, presidido por el rey Carlos III y la reina Camila, se realizó
bajo el vuelo rasante de la patrulla aérea de los Red Arrow de las fuerzas
aéreas (RAF), en un raro momento de tregua de la intensa lluvia que azotó hoy
Londres.
El acto cerró la ceremonia conocida como Trooping the Colour, el desfile
militar con el que se celebra desde hace casi tres siglos el cumpleaños oficial
de los monarcas del Reino Unido.
Kate mostró
un buen aspecto a lo largo de toda la ceremonia, en la que sonrió de forma
constante e intercambió numerosos guiños de complicidad con su suegro, el rey
Carlos III, recientemente diagnosticado de cáncer al igual que ella.
La princesa de Gales había llegado a Buckingham a bordo de la
Carroza de Estado de Cristal acompañada por sus hijos George, Charlotte y
Louis, con quienes había presenciado previamente desde un balcón la parada
militar que tuvo lugar en el espacio ceremonial de Horse Guards Parade en la
cercana área de Whitehall.
En su trayecto de regreso al palacio, tanto Catalina como su
hija Charlotte saludaron activamente a los congregados en torno a la avenida
The Mall, y no dudaron en desempañar con sus manos las ventanas del carruaje,
empañadas por la humedad y el frío en la capital británica.
En un
mensaje escrito por ella que fue difundido ayer por el Palacio de Kensington
-su residencia oficial-, Kate anunció que ha realizado "buenos
progresos" en la lucha contra su enfermedad, pero que pese a ello no está
fuera de peligro y continuará su tratamiento con quimioterapia en los próximos
meses.
Su intención es participar en algunas actividades públicas
más durante este verano, según aseguró, aunque todo estará en función de la
evolución de su tratamiento y de su estado de salud.