El piloto
de Red Bull Max Verstappen, de Holanda, se prepara para la tercera sesión de
práctica para el Gran Premio de España de Fórmula 1 en el circuito de Barcelona
Catalunya en Montmeló, cerca de Barcelona, España, el sábado 22 de junio de
2024JOAN MONFORT
agencia efeMontmeló
El triple campeón del mundo neerlandés Max Verstappen (Red
Bull) reforzó su liderato en el Mundial de Fórmula Uno al
ganar este domingo el Gran Premio de España, el décimo del año, en el circuito
barcelonés de Montmeló, donde los británicos Lando Norris (McLaren)
-que firmó la vuelta rápida en carrera- y Lewis Hamilton (Mercedes)
fueron segundo y tercero, respectivamente.
Norris se
quedó a poco más de dos segundos y la escudería Mercedes -para la que el inglés George Russell firmó la cuarta plaza- ha dado un paso al frente. Pero
al final del día, Verstappen, de 26 años, certificó su séptimo triunfo del año
-el sexagésimo primero en la F1- y, a pesar de no haberlo hecho de forma
aplastante, elevó a un 70 su porcentaje de victorias en lo que va de curso. En
una carrera en la que los españoles Carlos Sainz (Ferrari) y
Fernando Alonso (Aston Martin) acabaron sexto y duodécimo, respectivamente;
y el mexicano Sergio Pérez (Red Bull), octavo.
Los rivales se acercan, pero él vuelve a ganar. Pase lo que pase, 'Mad Max' es insaciable. Y este domingo firmó su cuarto triunfo
en Montmeló. El tercero seguido en la pista en la que, hace ocho años, se
convirtió, con 18, en el ganador más joven de la historia.
Ahora lidera el Mundial con 219 puntos,
69 más que Norris y con 71 sobre el monegasco Charles
Leclerc (Ferrari), quinto este domingo. Lo que implica que, pase lo
que pase los próximos dos fines de semana en los Grandes
Premios de Austria y de Gran
Bretaña, saldrá líder de Silverstone.
Norris le había 'levantado' el sábado, en el último suspiro,
la 'pole' a Verstappen, al que mejoró en sólo dos centésimas en la cronometrada
principal, para lograr por segunda vez el primer puesto en una parrilla de F1,
después del que firmó en Rusia hace tres años. El primero para McLaren en
Montmeló desde que lo consiguiese por última vez el genial Kimi Raikkonen en
2005.
Lando, en
trayectoria ascendente con el monoplaza de Woking, y 'Mad Max' -recordando que
no ganó por casualidad los pasados tres Mundiales y que está aquí para ganar el
cuarto- acabaron de un plumazo con las ilusiones del público local; que,
después de verle firmar el segundo tiempo de los entrenamientos del viernes y
el mejor en el último libre, horas antes de la calificación, hubiese apostado
fuerte por una 'pole' de Sainz.
También
había soñado con ella Hamilton -cuyas seis victorias en Barcelona sólo iguala el otro
séptuple campeón mundial, el alemán Michael Schumacher-, el más rápido el
viernes y único piloto con seis 'poles' en Montmeló. Pero Sir Lewis se conformó
con salir tercero, al lado de Russell, en una segunda fila propiedad de
Mercedes; y Sainz, con arrancar sexto: junto a Leclerc, desde la tercera
hilera, copada por Ferrari.
Es decir, que en Barcelona,
de la primera media docena se mantuvieron todos los puestos, salvo los primeros
dos: los que se intercambiaron Norris y el astro neerlandés. Que no falla.
Alonso partía décimo, desde la quinta, al lado del
australiano Oscar Piastri (McLaren) -que el sábado la había pifiado en su
último intento y que acabó séptimo-. Por detrás de los Alpine de Pierre Gasly y
Esteban Ocon -noveno y décimo este domingo- y justo delante de 'Checo', octavo
en la calificación y que salió undécimo debido a la sanción de tres puestos que
le impusieron en Canadá. Antes de recuperar la octava plaza con la que cruzó
meta
Russell
tuvo un arranque espectacular, ganando tres posiciones de una tacada en la salida; que
todos, salvo el tailandés Alex Albon (Williams) -con medios- tomaron con los
neumáticos blandos; y en la que Verstappen también rebasó a Norris, que al
intentar defenderse del astro neerlandés la abrió la puerta, por fuera, al
inglés.
Alonso perdió dos puestos, en favor del alemán Nico
Hülkenberg (Haas) y de 'Checo'. Y en la primera curva de la tercera de las 66
vueltas que se dieron este domingo, 'Mad Max' confirmó su condición de
'super-depredador' para rebasar a Russell y tomar el liderato.
Sainz superó a su compañero de la Costa
Azul y le arrebató la quinta plaza; y tras los primeros quince giros
circulaba a siete segundos y dos décimas de Verstappen, que lideraba con cuatro
sobre Russell, 5.1 respecto a Norris y 6.3 sobre Hamilton.
Russell
cambió a medios en la 16, en idéntico movimiento que efectuó Sainz, para
lanzarle un 'undercut' a Hamilton, que entró un garaje en la siguiente. Y, dos
vueltas más adelante recuperó la posición en una arriesgada acción -anotada,
pero no investigada- en la que rebasó, rozando rueda con rueda, al talentoso
piloto madrileño.
Fernando instaló los medios en la 20, cuatro
antes de que lo hiciese Norris, que
cedió liderato a Leclerc; que, un
giro después, fue el último en completar su primer cambio de ruedas. Tras la
re-ordenación, Verstappen lideraba por delante de los dos Mercedes, con Carlos
en la cuarta plaza, a quien se le acercaba peligrosamente Lando; que lo rebasó
en la 26 y comenzó a apuntar, firmando vueltas rápidas, a los coches de la
escudería de Brackley.
En la 32, Norris pasó a Sir Lewis; y a la siguiente,
traspasado el ecuador de la prueba, 'Mad Max' lideraba con 7.8 segundos sobre
Russell y con 8.8 sobre Lando. Con Carlos en la quinta plaza -a trece-; y
Alonso, decimotercero -a 50-, un puesto por delante de 'Checo', que rodaba a 53
segundos de su compañero de equipo.
En la 35, tras una muy espectacular batalla con Russell,
Norris se colocó segundo; pero a algo más de nueve segundos de Verstappen.
Y dos giros después, tanto Russell, como Sainz instalaron las
gomas duras con las que afrontarían el tramo final de la prueba. Algo que
hipotecó el final de su jornada en relación a sus respectivos compañeros, que
en el desenlace tuvieron mucho más ritmo que ellos con el neumático blando.
Con neumáticos seis
vueltas más frescos que los de Verstappen, Norris se rodaba a cuatro
segundos y tres décimas del neerlandés tras dos tercios del recorrido. En la
44. El número del coche de Hamilton, que paró para lanzar un órdago y poner los
blandos. Una jugada que le salió bien, porque contuvo el ataque final de su
vecino de garaje.
Verstappen se había guardado un juego de neumático blando que
usó a partir de la 45. Y con esas gomas nuevas acabó firmando su séptima
victoria del año. El cambio de ruedas de Norris no fue el mejor y volvió a
pista a nueve segundos; pero tras ir progresando llegó un momento en el que
comenzó a pensar que igual la segunda plaza no era tan mala; conformándose con
la vuelta rápida en carrera.
La batalla final entre
los Mercedes se resolvió a favor de Hamilton,
que fue el que subió al podio en uno de sus circuitos favoritos. Carlos -del
que se esperan noticias pronto- concluyó sexto, después de cederle a Leclerc,
con blandos y mejor ritmo, la quinta plaza. Y 'Checo' -que instaló gomas
blandas en la 50- se tuvo que conformar con la octava plaza, por detrás del
segundo McLaren, el del 'aussie' Piastri.
Verstappen le acabó dando la razón a Alonso, que, a
principios de semana había afirmado, en una entrevista con Efe que tuvo lugar
en el Museo Circuito que lleva su nombre, que no tiene la menor duda de que
"este año será el del cuarto título" del neerlandés, en su opinión,
el piloto que más se le parece.
Fernando sabe muy bien de lo que habla. No en vano, nadie en
la historia ha disputado más carreras que él.
Este domingo, tras apuntar a Efe que no espera mejoras ni en
Austria, ni en Silverstone, el astro astur resumió de forma impecable la
situación actual F1 y de su propia escudería en el 'corralito' de Montmeló.
"Aquí sólo hay uno contento, que es Verstappen. Norris ha mejorado mucho,
pero no ha ganado la carrera. Los Mercedes han dado un paso adelante, pero
están a años luz de Red Bull o de luchar por el campeonato. Los Ferrari son un
superequipo y no están ni en el podio. Así que vamos a poner todo en contexto",
dijo.
"En Austria no espero nada y espero un minifuneral en
cada rueda de prensa", apuntó Alonso, provocando la risa de los
periodistas españoles presentes en la zona mixta. "No estamos contentos,
que quede claro. No vamos a decir que estamos contentos de estar aquí, fuera de
los puntos. ¿Que nos gustaría estar en el podio? Sin duda alguna. Pero vamos a
intentar ganar algún día; en un corto futuro, esperemos. Y para eso hay que
caminar antes de correr. Y ahora mismo no sabemos ni caminar. Así que vamos poco
a poco", afirmó, de forma rotunda, tras la carrera, el doble campeón
mundial asturiano.
Se puede decir más alto. Pero no más claro.