Amea Wadsworth posa para un retrato en su
casa el viernes 19 de abril de 2024, en San Diego. Wadsworth, que se mudó de
nuevo a su casa tras graduarse de la universidad, quería que su primer trabajo
de tiempo completo fuese una oportunidad para ahorrar, y un momento para
examinar cuidadosamente su patrón de gastos. (AP Foto/Gregory Bull)
(Gregory Bull / Associated Press)
NUEVA YORK —
Una residente de Brooklyn
de 35 años dejó de comprar ropa nueva. Una joven de 22 años de San Diego
renunció a la terapia de compras en Target. Una joven inglesa de 26 años se
prohibió las bebidas carbonatadas en su lista de compras.
Estas tres mujeres, que no
se conocen entre sí, comenzaron el año resueltas a gastar dinero sólo en
compras necesarias, una estrategia a la que popularmente se le llama reto de no
comprar. Las reglas autoimpuestas del desafío son sencillas: los participantes
se comprometen a dejar de adquirir artículos no esenciales, ya sean zapatos
innecesarios, productos de belleza adicionales u otras compras impulsivas
durante un período determinado, que generalmente es de 12 meses.
Lo que comenzó hace varios
años como un experimento publicado en un blog sobre cómo hacer presupuestos y
realizar gastos en forma cuidadosa se ha convertido en una tendencia popular en
redes sociales. Un grupo de Reddit donde la gente comparte sus experiencias
tiene 51.000 miembros. El reto ganó popularidad principalmente en TikTok, donde
algunos videos de usuarios que procuran rendir cuentas de sus gastos reciben
cientos de miles de vistas.
Elysia Berman, una directora creativa que vive en
Brooklyn, decidió que necesitaba cambiar drásticamente sus hábitos de gasto
después de acumular una colección de ropa vintage de diseñador y una deuda de
cinco cifras en tarjetas de crédito. Su promesa de no comprar incluía no
adquirir ropa nueva, comprar maquillaje y productos para el cabello sólo
después de utilizar por completo los que tenía, y limitar sus salidas sociales
a actividades con costo bajo o nulo.
Para Berman, el adoptar un estilo de vida más frugal
tiene un propósito: pagar la deuda de sus tarjetas de crédito. “No era como que
quería desafiarme a mí misma. Realmente estoy en una posición en la que este es
el paso siguiente necesario para mí”, dijo.
Cumplir el reto y avanzar hacia su objetivo financiero
han resultado más difíciles de lo que Berman esperaba. A las dos semanas de
comenzar el desafío, no pudo resistirse a comprar una boina nueva. Luego vino
un nuevo par de botas. Aunque el reto la ha ayudado a reducir sus gastos, no
ahorra tanto, sino que más bien vive dentro de sus posibilidades.
Hablar de problemas financieros personales es difícil
para la mayoría de las personas, pero Berman abordó los suyos de frente al
examinarlos con amigos y familiares y luego publicar sobre ellos en redes
sociales. Esta última acción resultó en más exposición de la que preveía
originalmente: tiene más de 60.000 seguidores en TikTok, donde un video en el
que mostró vacíos sus productos para la piel y el cabello recibió más de 1
millón de vistas.
Si bien la tendencia se ha mantenido en crecimiento
durante algún tiempo, el comienzo de 2024 brindó otra oportunidad para que las
personas recuperaran el control de sus finanzas luego del “gasto fatalista” en
la pandemia de COVID-19, según Courtney Alev, defensora de las finanzas del
consumidor en la compañía de finanzas personales Credit Karma.
No todos los que eligen unirse al reto de no comprar
tienen deudas. Amea Wadsworth, quien regresó a su hogar en San Diego,
California, después de graduarse de la universidad, quería que su primer
trabajo de tiempo completo fuese una oportunidad de ahorrar dinero para su futuro
y ayudar al medio ambiente.
Tras regresar a vivir con su mamá, comenzó a
percatarse de cuántas cosas tenía que ocupaban espacio. El trabajar para una
aplicación de sostenibilidad también la ha hecho más consciente de su
contribución personal a las montañas de residuos del mundo.
Mia Westrap, estudiante de doctorado de Southampton,
Inglaterra, también usa TikTok para rendir cuentas de sus gastos durante su año
sin compras. Su objetivo es ahorrar el equivalente a tres meses de alquiler, ya
que actualmente vive mes a mes. Mientras que el talón de Aquiles de Berman eran
los artículos de moda, el de Westtrap eran ciertos alimentos y bebidas.
“Me di cuenta que estaba gastando cuatro cifras tan
sólo en bebidas carbonatadas y Pepsi Max”, dijo.
“No quiero acudir a una cita y esperar que ellos
paguen por mí”, explicó. “Y tampoco quiero salir a citas, conocer a alguien y
decirle: ‘Oh, mira: hago estos TikToks sobre no gastar nada de dinero, y aquí
estoy’”.
Otros participantes del reto de no gastar se dan
ciertas libertades. Wadsworth, por ejemplo, no compra ningún artículo físico,
pero sí se permite salir a comer con amigos ocasionalmente y cubrir el costo de
visitar a su novio que vive lejos.
Comenzó por ordenar su armario y luego buscó formas
repetuosas con el medio ambiente de crear un guardarropa minimalista, tales
como organizar un intercambio de prendas y evitar las tendencias de moda. A
cada paso, Pare graba videos cortos y los comparte con sus seguidores,
acompañándolos de consejos.
“Si compras menos, es mejor para el planeta. El
consumo excesivo es un gran problema en nuestra sociedad”, manifestó.
Aprender a evitar las compras impulsivas implica
replantear hábitos personales y tomar conciencia de los factores que los
desencadenan, dijo Carrie Rattle, directora general de Behavioral Cents, una
empresa de asesoramiento financiero.
“(El reto) sí te ayuda a intentar combatir esa
necesidad de dopamina. Cada vez que compramos, que cualquiera de nosotros
compra, recibimos esa pequeña dosis de dopamina”, añadió Rattle.
Westtrap carga un bolso lo suficientemente grande para
permitirle llevar material de lectura cuando sale de su apartamento, de forma
que no tenga excusa para comprar más libros. Pare se dio de baja de boletines
que la tentaban a comprar ropa y productos para el cuidado de la piel. Berman
se tiñó el cabello de nuevo a su color marrón natural, ya que las citas en el
salón para mantenerlo teñido de rubio brillante eran costosas.
“Mis hábitos de consumo han cambiado mucho mediante
esto”, dijo Berman. “Sólo porque ves todo el desperdicio y piensas: ‘¿Por qué
es necesario esto? ¿Por qué comprar un millón de cosas pequeñas cuando puedes
comprar sólo una cosa grande, que es todavía mejor si se puede rellenar?’”.
Wadsworth aconseja a cualquiera que haya oído hablar
del reto de no comprar y no se imagine poder hacerlo que lo intente, aunque sea
sólo por un mes.
“Dicen que suena muy difícil; y sí, a mí también me
sonó difícil. Pero si te parece tan aterrador, probablemente significa que lo
necesitas”, dijo.
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