ARCHIVO - Un grupo de migrantes es detenido por oficiales en la frontera entre Texas y México el 3 de enero de 2024, en Eagle Pass, Texas. (AP Foto/Eric Gay, Archivo)
(Eric Gay / Associated Press)
WASHINGTON —
Los niños migrantes que
aguardan en campamentos improvisados ubicados en la frontera entre México y
Estados Unidos para ser procesados por la Patrulla Fronteriza se encuentran
bajo la custodia de la agencia y están sujetos a un antiguo acuerdo que establece
estándares para su tratamiento, resolvió una jueza.
El tema de cuándo es que
los niños están oficialmente bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza es
particularmente importante debido al acuerdo judicial de 1997 sobre la manera
en que se debe tratar a los niños migrantes que están bajo custodia del
gobierno federal. Dichos estándares incluyen un tiempo límite para la detención
de los menores y el suministro de servicios como retretes, lavabos y controles
de temperatura.
La decisión del miércoles
significa que el Departamento de Seguridad Nacional debe procesar rápidamente a
los niños y colocarlos en instalaciones “seguras e higiénicas”.
Los campamentos fronterizos se han convertido en un
punto de fricción entre los defensores de migrantes y el gobierno federal.
Estados Unidos ha dicho que los traficantes envían a los migrantes a los
campamentos y argumenta que los niños no están todavía bajo la custodia de la
Patrulla Fronteriza porque no han sido arrestados. Los activistas dicen que el
gobierno estadounidense es responsable de los niños y que la Patrulla
Fronteriza suele conducir a los migrantes a los campamentos, en ocasiones
incluso llevándolos en sus vehículos.
Los niños que viajan sin compañía de un familiar
adulto deben ser entregados al Departamento de Salud y Servicios Humanos en un
plazo de 72 horas. Generalmente, la agencia los entrega a familiares en Estados
Unidos mientras un juez de inmigración sopesa la posibilidad de darles asilo.
Las familias que desean obtener asilo suelen ser liberadas en territorio
estadounidense mientras sus casos se procesan en los tribunales.
“Esta es una victoria enorme para los niños en centros
de detención al aire libre, pero sigue siendo una tragedia que un tribunal
tenga que instruir al gobierno a hacer lo que la decencia humana básica y la
ley exigen claramente”, dijo Neha Desai, directora sénior de inmigración del
Centro Nacional de Justicia Juvenil. “Esperamos que la Oficina de Aduanas y
Protección Fronteriza cumpla rápidamente con la orden del tribunal, y seguimos
comprometidos con hacerlos responsables de satisfacer las necesidades más
rudimentarias de los niños bajo su custodia legal, incluidos los alimentos, el
alojamiento y la atención médica básica”.
El fallo de la jueza de distrito Dolly Gee podría
tener implicaciones de amplio alcance debido a los cambios que ha habido en las
características de las personas que llegan a Estados Unidos. Hace décadas, la
persona que típicamente intentaba ingresar al país era un hombre adulto
procedente de México que trataba de conseguir trabajo. En la actualidad, es
cada vez más frecuente que familias con niños realicen peligrosos viajes hacia
Estados Unidos con la esperanza de tener una vida mejor. El tener que cuidar a
niños les pone distintos niveles de presión a agencias federales que
históricamente se dedicaban más a tratar con adultos.
La impugnación jurídica se enfoca en dos áreas de
California: una entre dos cercas fronterizas en San Diego y otra en una región
montañosa remota al este de esa ciudad. Los migrantes que cruzan la frontera
ilegalmente aguardan al aire libre o en ocasiones en tiendas de campaña o
estructuras hechas con ramas de árboles, sin acceso a agua y alimentos
suficientes. Cuando el número de migrantes fue especialmente elevado el año
pasado, aguardaron por varios días para ser arrestados y procesados por agentes
de la Patrulla Fronteriza.
En una audiencia el 29 de marzo, el Departamento de
Justicia dijo que cualquier agente que envíe, o incluso escolte, a migrantes a
los campamentos “no es distinto a cualquier otro agente policial que dirige el
tránsito pesado para evitar que haya desorden y caos”.
La jueza falló que el coordinador juvenil de la CBP
debe llevar registros de los menores que estén bajo custodia de la agencia
durante más de 72 horas, y eso incluye cualquier tiempo que los menores pasen
en los campamentos. La dependencia debe asegurarse de que el trato de los
menores en las instalaciones al aire libre se apegue al acuerdo de 1997,
escribió Gee.