Gillian Anderson posa en el estreno mundial
de la película “Scoop” el miércoles 27 de marzo de 2024 en Londres. (Photo by Vianney Le Caer/Invision/AP)
(Vianney Le Caer / Vianney Le Caer/invision/ap)
LONDRES —
Como lo han demostrado las
últimas semanas, la realeza británica y los medios de comunicación pueden ser
una mezcla explosiva.
La ausencia de la princesa
de Gales después de una cirugía abdominal en enero desató conjeturas
incontroladas en internet que se intensificaron primero con la publicación de
una foto manipulada, luego aliviada por un mensaje de Kate en video que reveló
que recibe tratamiento por cáncer.
Es un recordatorio de que
cuando la privacidad del palacio choca con la curiosidad y el interés público,
las cosas pueden complicarse.
Tal es el caso de “Scoop” (“La gran exclusiva”), un
drama de Netflix sobre la desastrosa entrevista que dio el príncipe Andrés en
2019 en respuesta a acusaciones de una conducta sexual inapropiada. Se estrena
el viernes 5 de abril y es protagonizada por Rufus Sewell como Andrés y Gillian
Anderson como la periodista Emily Maitlis, quien interrogó al príncipe para el
programa “Newsnight” de la BBC.
El largometraje es un regreso a los temas reales para
Anderson, estrella de “The X-Files” y “Sex Education”, quien interpretó un
papel principal en la cuarta temporada de “The Crown”, aunque como la primera
ministra Margaret Thatcher, no como miembro de la Casa de Windsor. Anderson
dice que la “compleja” relación entre la realeza y los medios de comunicación
necesita una reevaluación.
“Ya sea que se trate de (el príncipe) Enrique y sus
casos legales contra los tabloides y todas las verdades en torno a eso que han
salido a la luz, u otros aspectos que se están volviendo más de conocimiento
público, probablemente necesite un replanteamiento adecuado”, dijo Anderson a
The Associated Press.
“Scoop” se basa en un libro de Sam McAlister, el tenaz
productor que consiguió la entrevista. Interpretada por Billie Piper, promete
al palacio: “Una hora de televisión puede cambiarlo todo”.
Eso resultó ser sombríamente cierto para Andrés.
Bajo los amables, pero decididos, cuestionamientos de
Maitlis, el príncipe negó todas las acusaciones, no mostró empatía por las
jóvenes explotadas y dijo que Epstein se había “comportado de una manera
impropia”, lo que sorprendió a muchos espectadores como un eufemismo.
McAlister recordó la “extraordinaria” experiencia de
estar en la sala, ya que la entrevista fue grabada dentro del Palacio de Buckingham.
“Como periodista y exabogada, sabía profundamente que
estaba haciendo algo que cambiaría el curso de su vida y el curso de la vida de
todos los miembros de la familia real”, dijo en la premiere en Londres.
Pero “se retiró” de sus deberes públicos días después
de que se transmitiera, y no los ha retomado. En 2022 llegó a un acuerdo extrajudicial
con su acusadora, Virginia Giuffre, pagándole una suma no especificada sin
admitir su culpabilidad.
Sewell, quien pasaba hasta cuatro horas al día
transformándose en el príncipe con maquillaje y prótesis, dijo que trató de
encontrar “todas las contradicciones” en Andrés. Vio a un hombre cuya imagen de
sí mismo se forjó a través de toda una vida de deferencia por parte de quienes
lo rodeaban, y que jugó a la altura de su imagen sensacionalista como un
“pícaro travieso”: “Randy Andy” (Andy cachondo) en su juventud de soltero y
“Air Miles Andy” (Andy millas de vuelo) por sus viajes aéreos frecuentes, a
veces calificados de excesivos, en su papel de emisario comercial británico.
“Para mantener la idea de sí mismo, necesita a alguien
que le siga el juego”, dijo el actor británico, visto recientemente como el
cónyuge de un embajador que hace travesuras en “The Diplomat” (“La
diplomática”) en Netflix.
“Y la entrevista es el proceso por el cual este pez se
encuentra fuera de su pecera, tragando aire, porque Emily Maitlis ni siquiera
necesita ser grosera o agresiva, sólo necesita no aceptar su parte de ese
contrato. Y de repente es una criatura que no puede recibir oxígeno”.
“Nos preparamos completamente por separado y no hubo
ensayo”, dijo Anderson. “Así que cuando nos reunimos para filmar la entrevista,
fue en nuestro primer día de trabajo juntos y comenzamos el día sentados, uno
frente al otro, en esas sillas y las cámaras rodaron. Y entonces había tensión
en sí misma”.
“Scoop” es el primero de dos dramas televisivos
basados en la entrevista. La miniserie rival de Amazon “A Very Royal Scandal”
se estrenará a finales de año, con Michael Sheen como Andrés y Ruth Wilson como
Maitlis.
En cuanto a lo que el palacio puede aprender de ello,
dijo: “Si esto nos dice algo, sería que la familia real nunca debería hacer una
entrevista”.
“Pero en realidad”, agregó, “creo que lo que es sorprendente y lo que se destaca es la importancia del periodismo independiente, para hacer que la autoridad rinda cuentas y al menos intentar obtener alguna apariencia de la verdad”.