Muriel Bowser (derecha), alcaldesa de
Washington D.C. habla en una conferencia de prensa junto a Ted Leonsis, dueño
de los Wizards y los Capitals, el miércoles 27 de marzo de 2024 (AP
Foto/Stephanie Scarbrough)
(Stephanie Scarbrough / Associated Press)
Los Wizards de la NBA y los
Capitals de la NHL seguirán jugando en la ciudad de Washington, luego que un plan
para mudarlos al estado de Virginia implosionó.
Tras el naufragio del
proyecto, el dueño de los equipos de basquetbol y hockey sobre hielo firmó con
el gobierno de la capital estadounidense un acuerdo que contempla una arena
mejorada de 515 millones de dólares, financiada con fondos públicos.
La alcaldesa Muriel Bowser
y el dueño Ted Leonsis firmaron el miércoles una carta de intención relacionada
con el nuevo proyecto, que mantendrá a los dos equipos en el Distrito de
Columbia al menos hasta 2050. Las partes anunciaron el plan minutos después,
durante una conferencia conjunta en la Capital One Arena.
“Es un gran día y yo me siento realmente aliviado”,
expresó Leonsis.
El proyecto incluiría 18.580 metros cuadrados de
ampliación del complejo de la arena en el espacio cercano conocido como Gallery
Place, la creación de un distrito de espectáculos en el barrio chino
circundante, así como mejoras en seguridad y transporte.
“Somos la casa actual y futura de los Capitals y los
Wizards de Washington”, enfatizó Bowser. “Como Ted suele decir: ‘Vamos a estar
juntos por un largo tiempo’”.
El acuerdo entre Monumental Sports & Entertainment
y el ayuntamiento de la ciudad surgió luego que las autoridades de Alexandria,
ciudad ubicada al otro lado del Río Potomac en Virginia, dijeron que habían
concluido las conversaciones mediante las que se buscaba edificar una nueva
arena a la que se hubieran mudado los equipos.
Leonsis reconoció que Virginia tenía terrenos, una
ventaja que no ofrece el Distrito de Columbia.
El empresario dijo que no quería hablar de los problemas con Virginia. Sin embargo, lanzó algunas críticas veladas al estado, donde las divisiones políticas entre el gobernador republicano Glenn Youngkin y los demócratas que controlan la Asamble General incidieron en que se abortara el plan.