Un manifestante muestra una bandera
haitiana durante una protesta para exigir la renuncia del primer ministro del
país, Ariel Henry, en Puerto Príncipe, Haití, el 1 de marzo de 2024. (AP Foto/Odelyn Joseph)
(Odelyn Joseph / Associated Press)
PUERTO PRÍNCIPE,
Haití —
PUERTO PRÍNCIPE, Haití (AP)
— La policía de Haití se vio rebasada por una serie de ataques violentos
coordinados de pandilleros en toda la capital en los que murieron cuatro
agentes, dijo el viernes un vocero de la policía nacional.
Los ataques del jueves en
Puerto Príncipe fueron perpetrados por hombres armados que abrieron fuego
contra varios objetivos, entre los que estaba el aeropuerto internacional, y
tomaron el control de dos comisarías de policía, provocando que la huida de
residentes en decenas de comunidades, mientras las escuelas y negocios
cerraban.
“La situación de ayer fue
horrible”, dijo el vocero Garry Desrosiers en una entrevista con Radio
Caraibes. “El centro de la ciudad estaba en guerra”.
Jimmy Chérizier, un expolicía de élite conocido como
Barbecue que ahora dirige una federación de pandillas llamada G9 y Familia y
Aliados, se atribuyó la responsabilidad por los ataques.
Según dijo, el objetivo era capturar al jefe de la
policía y a los ministros del gobierno y evitar el regreso del primer ministro,
Ariel Henry, que estaba en Kenia para pedir el despliegue, respaldado por
Naciones Unidas, de agentes de la nación africana para combatir a las pandillas
en país caribeño.
Ni el jefe de la policía ni los ministros resultaron
heridos o fueron capturados en los ataques del jueves.
Mientras, el centro de la ciudad estaba prácticamente
desierto ya que muchas escuelas y negocios permanecían cerrados.
Los agentes jóvenes se plantaron y lucharon “para
garantizar la seguridad de la población”, afirmó Desrosiers, añadiendo que las
autoridades no pudieron llegar a la comisaría a tiempo para repeler el ataque.
“A pesar de todo lo que tuvimos que enfrentar, la
voluntad estaba ahí”, dijo.
La Policía Nacional de Haití tiene cerca de 9.000
agentes activos en un país de más de 11 millones de habitantes, según la ONU.
Normalmente, los policías se ven superados en número y armas por poderosas
pandillas que se estima que controlan hasta 80% de Puerto Príncipe.
Henry, por su parte, no ha comentado la situación en
público y se limitó a encogerse de hombros a la pregunta de si creía que era
seguro regresar a su país.
El viernes firmó una serie de acuerdos de reciprocidad
con el presidente de Kenia, William Ruto, para tratar de salvar el plan para
desplegar a agentes de la policía keniana en Haití. Un alto tribunal del país
africano dictaminó en enero que esa movilización era inconstitucional, en parte
porque el pacto original carecía de acuerdos bilaterales.
“Llevamos meses hablando sobre cómo los civiles en
Haití y en Puerto Príncipe están básicamente atrapados por la violencia de las
bandas”, dijo a reporteros en la sede de la ONU en Nueva York. “Las escuelas
están cerradas, los hospitales no funcionan y la gente sufre a diario”.
Dujarric dijo que la misión necesita más apoyo de
forma urgente, tanto financiero como para su componente de seguridad.