Una animadora de los Diablos Rojos de México practica su rutina previo a los juegos de premporada contra los Yanquis de Nueva York, el martes 19 de marzo de 2024. (AP Foto/Fernando Llano)
(Fernando Llano / Associated Press)
CIUDAD DE
MÉXICO —
CIUDAD DE MÉXICO (AP) —
Para los Yanquis de Nueva York, su primer viaje a México en más de 50 años
probablemente no signifique nada más que dos juegos de exhibición, pero para
muchos fanáticos mexicanos y el equipo anfitrión, los Diablos Rojos, la visita
de la icónica franquicia es un sueño hecho realidad.
Los Yanquis jugaron en
México en 1968 cuando dividieron la serie de exhibición de dos juegos en el
desaparecido Parque Delta.
La gerencia de los Diablos
Rojos dijo que esperaban tener la oportunidad de hacerlo nuevamente después de
eso, pero no fue hasta que Omar Minaya fue contratado como asesor principal
para operaciones de béisbol con los Yanquis el año pasado que los juegos se
hicieron realidad.
“Alfredo (Harp Helú, el dueño de los Diablos) es muy
amigo de Omar Minaya y eso impulsó todo”, dijo Othón Díaz, presidente del
equipo. “Les hicimos saber lo mucho que significaría para nosotros tenerlos
aquí nuevamente y estuvieron de acuerdo”.
Según la oficina del béisbol de las Grandes Ligas en
México, los Yanquis son el equipo más popular en México, seguidos por los
Dodgers de Los Ángeles y los Medias Rojas de Boston.
Díaz dijo que albergar una serie de temporada regular
de la MLB entre los Padres de San Diego y los Gigantes de San Francisco el año
pasado ayudó a sus posibilidades porque la directiva de los Yanquis estaba
consciente de que la Ciudad de México y los Diablos Rojos tienen un estadio que
podría albergarlos.
“La piedra angular era tener el estadio”, dijo Díaz.
“Puedes ver todo lo que ha sucedido desde que lo abrimos: un equipo joven de
los Padres de San Diego vino para el día inaugural y luego todo se ralentizó
con la pandemia de coronavirus. pero el año pasado tuvimos una gran serie con
Padres y Gigantes y ahora esto”.
Aunque el estadio es pequeño en comparación con los
estándares de las Grandes Ligas, destaca la atmósfera de carnaval. El año
pasado, los jugadores de los Padres usaron máscaras de lucha libre mexicana en
el dugout y rompieron una piñata de Buzz Lightyear después de los juegos contra
los Gigantes.
Giancarlo Stanton, Anthony Volpe, José Treviño y
Oswaldo Cabrera sobresalen en la lista de jugadores de los Yanquis que viajará
a México. No se incluyó a ninguno de los integrantes de su posible rotación
abridora de lanzadores.
Las entradas para los juegos se agotaron hace un mes
cuando salieron a la venta en menos de una hora, y los precios en el mercado de
reventa van desde los 130 dólares en las gradas hasta los 2.000 dólares detrás
del plato.