ARCHIVO - Natalia Lafourcade
llega a la 24a entrega anual del Latin Grammy en Sevilla, España, el 16 de
noviembre de 2023. Lafourcade celebra sus 40 años cumplidos en febrero de 2024.
(Foto Vianney Le Caer/Invision/AP, archivo)
(Vianney Le Caer / Vianney Le Caer/invision/ap)
CIUDAD DE
MÉXICO —
CIUDAD DE MÉXICO (AP) —
Natalia Lafourcade ha festejado a lo grande llegar al cuarto piso, ser señora
de las cuatro décadas, volverse una orgullosa cuarentona.
“Llevo cuatro días
celebrando o cinco ya no sé cuántos. Más bien toda la semana”, dijo en un
encuentro reciente con cerca de una cuarentena de fans en los estudios de Sony
Music a las afueras de la Ciudad de México. “Estoy muy emocionada, muy
agradecida”.
Dentro de sus
celebraciones, la artista galardonada con cuatro Grammy y 17 Latin Grammy,
compartió con sus hermanas de Chile, hizo una fiesta en su casa en Veracruz y
nadó en la playa que inspiró su canción “Canta la arena”. También hizo una gran
fiesta en el Cabaret Barba Azul de la capital mexicana con su esposo Juan Pablo
López-Fonseca. “Hubo un momento que era tanta la excitación en la pista (de
baile) que fue muy bello poder tirar los 40 años en la pista, trapear la pista,
literal, con mi ser”, recordó sobre esa noche.
Pero la cantante nacida el 26 de febrero de 1984 en la
Ciudad de México también quería compartir con su público y hacer una
“reflexión” por sus 40 años. En el encuentro leyó un texto sobre sus 40
veranos, otoños, primaveras e inviernos. Interpretó con una guitarra acústica
algunos de sus temas más populares como “El lugar correcto”, “Mi manera de
querer”, “Soledad y el mar”, “Hasta la raíz” y una nueva canción inspirada en
la vida que quiere cuando tenga 80, cuyo título no reveló, pero tiene varios
versos con la palabra “cancionera”. Tampoco podían faltar “Las mañanitas” y un
pastel.
Cerca de cumplir 25 años de carrera, Lafourcade dijo
que quiere hacer un libro de memorias en el que incluirá un capítulo sobre la
ocasión en la que el público del festival Vive Latino la rechazó lanzándole
botellas, aunque ella se mantuvo incólume.
Los fans que la acompañaron en esta fiesta la han
seguido desde los comienzos de su carrera. Uno dijo que tenía un cassette que
ella misma vendía cuando tenía unos 12 años.
P: ¿Volverás a tu estilo rockero?
NL: Yo pienso que sí, creo que sigo siendo rockera, la
verdad, lo que pasa es que se ha transformado. Siento que no hay manera de
volverte a repetir como en el pasado, siento que vas cambiando. Siento que mi
relación también ha cambiado con la música, pero lo que sí veo en mí es mi
espíritu rockero. Yo creo que para mí “Muerte” en este disco (“De todas las
flores”) fue mi consagración de rock and roll y de ir contracorriente.
P: Como artista, ¿algún consejo para alguien en sus 30
que acaba de pasar por pérdidas?
P: ¿Cuál es el secreto para un crecimiento personal en
la adolescencia y la veintena?
NL: Los 20 son padrísimos, son una década rarísima.
Creo que fue mi época de deconstrucción total, tiré todo y me fui a Canadá,
enfiesté muchísimo, no es que tú tengas que enfiestar, nomás comparto mi
experiencia. Es mi década de valentía total, es la época en la que no era tan
consciente del miedo, quizás, hice cada locura... Y al mismo tiempo también
sufrí mucho, como que los contrastes eran, por un lado, libertad total,
inconsciencia, irme a la playa sola con una amiga, al lugar más peligroso de
México, ese tipo de cosas. Pero sí, la parte difícil de los 20 fueron las
energías de la inseguridad, de la búsqueda, la de compararme con otras personas
en vez de entender y saber, pero es que no lo sabía, era muy joven, de mi
propia fuerza interior y de mi autenticidad, que todos la tenemos. Con el
tiempo fui superando eso. Hay que prepararse, hay que leer y leer. No te quedes
con la primera respuesta, no te quedes con lo que ves en la tele, no te quedes
con lo que ves en Instagram.
NL: Durante muchos años me ayudó mucho rescatar mi
identidad, sentirme más mexicana, mis raíces mexicanas, mis raíces chilenas
también, hacer algunos viaje a Chile con mi padre, con mis hermanas. Encontrar
una casa, construir una casa... Me ayudó muchísimo, lo soñamos, lo hicimos en
pareja, fue un trabajo muy bonito. Y siempre decía “esta es mi raíz, ahí está
mi raíz”. Con el tiempo, en estos últimos años, he dicho: “No, mi raíz está
aquí adentro”. Yo puedo viajar al lugar que sea del mundo, pero me he dado cuenta
que la raíz es adentro y cuando ya empiezas a conectar a ese nivel es otra
cosa, es el más alto nivel que pueda haber, es conectar a la raíz interna.