El flamenco del Caribe es
esencial para mantener el equilibrio de los ecosistemas y garantizar un futuro
sostenible para las generaciones futuras. Fuente del Ministerio de Medio Ambiente, RD.
El Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MMARN), anunció
que en colaboración con el Zoológico Nacional Arquitecto Manuel Valverde
Podestá y la organización Grupo Acción Ecológica, fue establecido un importante
hito en la conservación del flamenco del Caribe (Phoenicopterus ruber), con la
liberación de 44 aves como parte del proyecto Rescate Rosado.
El
viceministro de Áreas Protegidas y Biodiversidad, Federico Franco, expresó que
“esta liberación de flamencos marca un paso significativo en nuestros esfuerzos
por conservar la biodiversidad de nuestra región. Es un llamado a la
colaboración activa en la preservación de nuestro patrimonio natural común”,
dijo, al encabezar el equipo de biólogos y veterinarios que movilizaron las
aves en la madrugada del viernes para evitarles el estrés del calor del día.
En el marco de esta iniciativa, se trata de la cuarta
liberación de flamencos en el país que hace el proyecto, dos en las Dunas de
Baní y dos en el Parque Nacional Manglares de Estero Balsa, en donde se ha
hecho la liberación de especies de la vida silvestre en cautiverio más grande
realizada en el país.
El Parque
Nacional Estero Balsa constituye el área más estratégica para la especie en la
que se han documentado importantes anidamientos y en la que el MMARN refuerza
la vigilancia junto a organizaciones de la sociedad civil que respaldan el
proyecto y la Armada Dominicana.
En la liberación de los 44 flamencos participaron el
fotógrafo de la naturaleza Juan Guzmán, coordinador Regional Norte de las Áreas
Protegidas, la bióloga Marina Hernández, directora de biodiversidad de la RD,
la veterinaria Indira Sánchez, encargada del proyecto, el equipo de
veterinarios del Zoológico así como los administradores de las áreas protegidas
de Montecristi, y gran parte de sus equipos de guardaparques quienes se
comprometieron a garantizar la integridad de las aves liberadas en el proceso
normal de adaptación al área.
Anteriormente, las liberaciones también realizadas en las
Salinas de Baní, otro sitio relevante para la readaptación de la especie y su
introducción a sus hábitats caribeños. Franco ponderó el empoderamiento de los
actores que participan en el proyecto Rescate Rosado, los diálogos constantes
para encontrar soluciones que favorezcan las poblaciones de flamencos y, sobre
todo, los esfuerzos de los equipos de biólogos, veterinarios y técnicos que
trabajan por preservar sus espacios de reproducción y alimentación.
Agregó que
el país necesita de cada vez más solidaridad para seguir movilizando, “los
talentos y el esfuerzo colectivo para reparar los daños causados por el abuso
humano a los recursos naturales”.
“Cada uno de nosotros tiene un papel vital en este esfuerzo”,
agregó.
Agradeció el apoyo y compromiso con este noble esfuerzo de
las instituciones que se involucran en esta iniciativa.
El proyecto
Rescate Rosado surge como respuesta a la crítica situación de esta emblemática
especie, amenazada por el comercio ilícito y la degradación de su hábitat
natural. Esta iniciativa, que integra a diversos actores clave en la
conservación, tiene como objetivo principal proteger y preservar al flamenco
del Caribe y su entorno.
El Zoológico Nacional Manuel Valverde Podestá, institución
adscrita al MMARN, desempeña un papel crucial en la recuperación y
rehabilitación de los flamencos rescatados, garantizando su adecuada cuarentena
y preparación para su reintegración en su entorno natural.
Una de las estrategias fundamentales del proyecto es la
sensibilización y la participación activa de los hoteles, quienes se
comprometen a no mantener vida silvestre en cautiverio y a colaborar en
campañas de concienciación sobre la importancia de esta especie. Además, asumen
la responsabilidad de la cuarentena de los flamencos utilizados en sus
instalaciones.
El flamenco
del Caribe es una especie emblemática que habita en humedales de agua salobre,
marismas y estuarios de la región. Su conservación es esencial para mantener el
equilibrio de estos ecosistemas y garantizar un futuro sostenible para las
generaciones futuras.