El Buzón de los
Problemas, actividad de educación emocional.EFE
agencia efeReportajes
Cuando los alumnos de pocos años de edad y los adolescentes aprenden a
identificar, expresar y gestionar sus emociones, y a cultivar el respeto, la
empatía y la tolerancia, mejora la convivencia escolar y se evitan conflictos y
acosos. Una experta explica los beneficios de “abrir las puertas de la escuela
a la educación emocional”.
“La
educación emocional debe formar parte de nuestra programación de aula como eje
transversal. Debemos dotar a los alumnos de las competencias emocionales
necesarias para ser y enseñarles a convivir, dedicando un tiempo y un espacio a
este gran aprendizaje”, señala Eva Solaz, maestra especialista en educación
infantil, primaria y pedagogía terapéutica.
Esta psicóloga apasionada por la educación emocional,
considera imprescindible “adentrarse en el trabajo emocional con adolescentes
y, más aún, cuando no se ha desarrollado previamente la conciencia emocional”.
Para Solaz
merece la pena que el docente se adentre en ese ámbito a menudo desconocido que
es el mundo emocional “sabiendo que también aquello que no conocemos, que nos
da miedo, forma parte de las emociones”.
“La comunidad educativa debe caminar junta y unida prestando
una atención comprometida y respetuosa a las necesidades, miedos y
preocupaciones de los niños y las niñas, dándoles un acompañamiento emocional
que les permita a tod@s desarrollarse de forma integral”, asegura.
Incluir la educación emocional en el proyectos de los centros
educativos es una herramienta clave de prevención”, según Solaz que afirma
categórica: “enseñemos a identificar y expresar las emociones, a resolver los
conflictos a través del diálogo, desarrollemos la empatía, el respeto y la
tolerancia, y dejaremos de hablar de acoso escolar”.
Solaz es la
creadora e impulsora del Programa RETO (www.programareto.com), un proyecto de educación
emocional para la etapa de educación secundaria obligatoria, basado en el
respeto, la empatía y la tolerancia, cuyo objetivo es mejorar la convivencia en
los centros escolares, enseñando al alumnado a identificar, expresar y gestionar
las emociones.
EDUCACIÓN EMOCIONAL: POR EL BUEN CAMINO.
Este programa se aplica en la red de Escuelas RETO, de España
y América Latina, que está formada por más de 240 centros e incluye escuelas
infantiles, colegios de educación infantil y primaria, centros de educación
especial e institutos de educación secundaria.
La autora
del libro ‘Emociones, todo un reto’ se alegra de que “muchas escuelas hayan
abierto la puerta al mundo de las emociones dotando a sus centros de espacios y
tiempos para el desarrollo de las habilidades socioemocionales” y considera que
este movimiento es beneficioso tanto para el proceso educacional como para la
convivencia de los niñ@s y jóvenes.
“Vamos por el buen camino, el que lleva a las niñas y niños a
ser felices y convertirse en buenas personas”, enfatiza.
En la escuela puede observarse que a muchos alumnos les
resulta difícil entender los sentimientos de los demás, expresar sus propias
emociones y resolver los enfrentamientos, según Solaz.
Si los
alumnos aprender a identificar, expresar y gestionar sus emociones, alcanzarán
un desarrollo integral, cognitivo y emocional; resolverán los conflictos a
través del diálogo; respetarán más la diversidad; tendrán más empatía; y, en
definitiva, se convertirán en buenas personas”, apunta.
“Solamente de esta forma podremos cambiar la sociedad actual
por una que sea más respetuosa, empática y tolerante”, enfatiza.
Explica que las evaluaciones efectuadas en distintos ciclos
educativos de las escuelas RETO, muestran que los alumnos aumentan su expresión
y vocabulario emocional; desarrollan la empatía, el compañerismo, la
tolerancia, el respeto y el diálogo; reducen las conductas disruptivas y
mejoran las actitudes hacia sí mismos, los demás y la escuela.
En cuanto al rendimiento académico, la aplicación del
programa de educación emocional de Solaz, mejora la fluidez verbal y la
atención del alumnado en las clases; fomenta un clima positivo y las
interacciones son colaborativas en la escuela; y facilita el aprendizaje, según
esta psicóloga y docente.
Consultada sobre el papel de la familia en el Programa RETO,
Solaz señala que las madres y padres son una pieza esencial, ya que se les
invita a escribir sus deseos sobre “qué esperan de ese curso escolar de la
escuela”, a partir de lo cual, se puede realizar un trabajo conjunto con ellos.
Asimismo, se realizan reuniones con los padres, en las cuales
se aborda la educación emocional, se les recomienda bibliografía para facilitar
las relaciones con sus hijos/as y se les presentan recursos para la gestión de
emociones en casa, según añade.
En este sentido, Eva Solaz ofrece a los padres tres
sugerencias para fomentar la educación emocional de sus hijos en casa y
contribuir a mejorar la convivencia en los centros escolares.
FOMENTAR EL RESPETO.
Solaz aconseja a las familias “escuchar a vuestros hijos e
hijas, respetar sus opiniones, crear unas normas de convivencia entre todos y
firmarlas para crear un compromiso para cumplirlas”, añadiendo que los más
pequeños “pueden firmar poniendo la huella de su dedo, si aún no saben
escribir”.
CULTIVAR LA EMPATÍA.
Esta psicóloga sugiere “ampliar el vocabulario emocional
infantil a través de los cuentos para que los niños aprendan a etiquetar sus
sentimientos”, y a continuación “dedicar cada día un tiempo para hablar de los
sentimientos”, para lo cual se pueden utilizar algunos recursos presentados en
los Talleres RETO.
DESARROLLAR LA TOLERANCIA.
La creadora del Programa RETO también recomienda “dedicar
tiempo a jugar, fomentando la colaboración, enseñando a vuestros hijos e hijas
a jugar en equipo, y respetando las opiniones de todos los miembros de la
familia”.