El segunda base de los Piratas de Pittsburgh
Termarr Johnson firma autógrafos previo a un juego de pretemporada contra los
Tigres de Detroit, el sábado 9 de marzo de 2024, en Lakeland, Florida. (AP
Foto/Charlie Neibergall)
(Charlie Neibergall / Associated Press)
Durante casi toda la infancia de Lee
Allen Jr., el
béisbol siempre pareció algo lejano.
El pelotero de los Reales jugó para su equipo local en Kansas City,
Misuri, pero Allen — quien es de raza negra y creció en los barrios de la
ciudad — no tuvo muchas oportunidades de jugar béisbol hasta la secundaria.
En enero de 2020, cuando Allen tenÃa 17 años, recibió una invitación del
programa de desarrollo de la MLB, la Dream Series. Fue la primera vez que pudo
jugar frente a caza talentos y coaches, mostrando sus habilidades en un entorno
competitivo.
Cuatro años después, con la mira puesta en ser
profesional, Allen se paró en el complejo de entrenamiento Jackie Robinson en
Vero Beach, Florida portando los colores morado, blanco y dorado, representando
la universidad históricamente afroestadounidense Praire View A&M
University.
Más de 200 peloteros de escuelas históricamente
afroestadounidenses participaron en el Andrew Dawson Classic, un torneo para
jugadores universitarios que esperan llegar a las Grandes Ligas — y quizá
ayudar a introducir una nueva generación de estrellas de raza negra.
“Poder estar aquà y demostrar mi talento frente a
scouts y otros chicos que nos ven a otro nivel”, dijo Allen, un infielder. “Se
siente bien para mÃ, ya que esas son las metas que puedo alcanzar y están
aquÔ.
Es además el porcentaje más bajo de participación de
jugadores estadounidenses de cuatro de las cinco ligas más importantes en
Estados Unidos — NBA, NFL, MLB y MLS — sin contar a la NHL, en donde el 90% son
jugadores blancos.
MLB ha intentando hacer frente a este problema con
iniciativas en las canteras del béisbol estadounidense.
Hay señales de avanza en el nivel profesional. Entre
2012 y 2021, el 17,4% de las selecciones de primera ronda fueron jugadores afroestadounidenses.
Ese número incrementó al 30% en el 2022, cuando por primera vez en la historia
4 de las primeras 5 fueron peloteros de raza negra —y los cuatro fueron gracias
a iniciativas de diversidad de la MLB.
Pero este incremento no ha hecho que los números de la
MLB cambien, tampoco en las menores. La participación de peloteros de raza
negra ha tenido un lento incremento. Cuando la MLB anunció las plantillas para
el Spring Breakout, en el que jugaron los mejores prospectos de las menores, el
9,5% de los jugadores eran afroestadunidenses — incluyendo 31 graduados de los
programas de diversidad.
“El deporte se ha vuelto tan caro que ha dejado fuera
a muchos de nuestros chicos”, admitió Jerry Manuel, exmánager de los Medias
Blancas y Mets. “Tenemos que hacer todo lo posible de traerlos de vuelta”.
Los programas son principalmente financiados por la
Federación de Béisbol de Estadounidense, pagando por el equipamiento, las
comidas y los posibles viajes que según cifras de Mathews, podrÃan ser de 700
dólares por evento.
La liga indicó que cerca de 700 graduados de estos
programas de desarrollo han pasado a jugar béisbol colegial, siendo 90% de raza
negra.
En la División. I, 752 peloteros —el 6%— son afroestadounidenses, de acuerdo con la información de la NCAA. Este es el número más alto en los últimos 10 años y refleja un lento, pero constante crecimiento desde la base.