La gente protesta frente en Manhattan mientras comienza el juicio por tráfico de drogas contra el expresidente Juan Orlando Hernández el 20 de febrero de 2024. (Photo by DAMIR SENCAR / AFP)(PHOTO BY DAMIR SENCAR / AFP)
agencia afpVarsovia, Polonia
Las autoridades rusas amenazan con enterrar a Alexéi Navalni en el
terreno de la colonia penitenciaria del Ártico donde murió, aseguró el viernes
el equipo del opositor, que acusa a los investigadores de querer imponer un
funeral en secreto.
Más de una
veintena de personalidades del mundo de la cultura de Rusia, críticos con el
Kremlin, llamaron a las autoridades a que entreguen el cuerpo de Navalni a sus
familiares, que lo reclaman desde que murió hace una semana.
"Hace una hora, un investigador llamó a la madre de
Alexéi y le dio un ultimátum: o bien acepta un entierro en secreto, sin
exequias públicas, o bien Alexéi será enterrado en la colonia"
penitenciaria, dijo en la red social X Kira Yarmish, que oficiaba de portavoz
de Navalni.
"Se
niega a negociar con el Comité de Investigación porque no tienen autoridad para
decidir cuándo y cómo será enterrado a su hijo", añadió.
Yarmish afirmó que la madre del opositor, Liudmila Navalnaya,
seguía pidiendo a las autoridades que le entreguen los restos de su hijo y que
autoricen un funeral público.
La víspera, Navalnaya afirmó que al fin pudo ver el cuerpo de
Alexéi y denunció "chantajes" para forzarla a que sea enterrado
"en secreto".
El entorno
de Navalni acusa a las autoridades rusas de "matar" al opositor en la
cárcel y de intentar impedir una ceremonia pública para evitar cualquier
manifestación de apoyo.
En 2010, antes de que la máquina de represión se abatiera
sobre él, Navalni conseguía movilizar a multitudes, especialmente en Moscú, lo que
le hizo ganar su estatus de opositor número 1 del presidente Vladimir Putin.
Un funeral público podría teóricamente movilizar a sus
partidarios.
El viernes,
su equipo pidió a la policía, al ejército y a los servicios de seguridad que
les proporcionen cualquier información sobre el "asesinato" de
Navalni.
A cambio, "prometemos una recompensa de 20.000 euros y
la organización de su salida del país, si así lo desea", indicó.
"No importa su estatus o si comparte las opiniones
políticas de Alexéi Navalni. Hay principios humanos fundamentales: no pueden
abusar de una madre y chantajearla con el cuerpo de su hijo asesinado",
escribió su equipo en Telegram.
- Putin
"teme" a Navalni -
El entorno del activista anticorrupción, que murió la semana
pasada en una colonia penitenciaria del Ártico en circunstancias que no han
sido esclarecidas, difunde desde el jueves por la noche en las redes sociales
los llamados de numerosas personalidades de la cultura.
Entre ellos, el ganador del Premio Nobel de la Paz y
periodista Dmitri Muratov, el director de cine Andréi Sviáguintsev, el escritor
Viktor Shenderovich y la activista del grupo contestatario Pussy Riot, Nadejda
Tolokonnikova.
"Putin temió a Navalni durante muchos años y sigue
temiéndolo después de su muerte. Después de matarlo aún le teme", estimó
Shenderovich, quien fue catalogado por las autoridades rusas como "agente
extranjero" por sus críticas de la ofensiva en Ucrania.
Cientos de personas fueron detenidas por la policía en Rusia
la semana pasada por homenajear al principal opositor de Putin, que todavía no
comentó públicamente el fallecimiento.
Los gobiernos occidentales también señalaron al Kremlin como
responsable de su muerte.
El viernes, Estados Unidos anunció su nueva ronda de
sanciones contra Rusia desde que invadió Ucrania hace dos años y en respuesta
al deceso de Navalni.
Tres funcionarios rusos figuran entre los sancionados por su
implicación, anunció el Departamento de Estado.
Una de las personas es Valery Boyarinev, el vicedirector del
servicio penitenciario federal ruso que administra la remota prisión en el
Ártico en la que murió Navalni.
"Las nuevas restricciones son una nueva tentativa
desvergonzada y cínica de injerencia en los asuntos internos de Rusia",
reaccionó el embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antonov, citado por la
agencia estatal Tass.