El asalto perpetrado en una torre residencial de La
Esperilla fue dirigido por un preso desde La Victoria, solo días después de que
se desmantelaran sistema de comunicación de internet en ese recinto.
A lo largo de la historia
no solo fuera de las rejas quedan las artimañas que llevan a los presidiarios a
las cárceles, puesto aun dentro de estos recintos penitenciarios
continúan coordinando robos, asaltos a mano armada y estafas, a pesar de
la custodia policial.
En los últimos nueve años
al menos seis bandas han sido desarticuladas por la Policía Nacional,
en las que se incluyen hechos vinculados a asaltos y otros relacionados a
estafas a través dispositivos móviles desde los centros correccionales,
especialmente desde la Penitenciaría Nacional de La Victoria.
Sobre este centro, el
asesor honorifico del Poder Ejecutivo en Políticas de Seguridad Ciudadana,
Roberto Santana, denunció en 2022 que en La Victoria operaba un entramado de
corrupción, en el que el encargado de seguridad recibía siete millones de pesos
semanales, provenientes del tráfico de droga y retó a las autoridades
desmentirlo, recibiendo como respuesta de la procuradora de la República,
Miriam Germán, que no tenía nada que decir y que él conocía el proceso para
realizar una denuncia.
El caso más reciente es el del asalto en una torre del Distrito Nacional, la madrugada del miércoles, el cual estuvo
dirigido, de acuerdo a las pesquisas de la Policía, por Juan Israel Sánchez González, alias “Chichí Prenda”, quien se encuentra
recluido en La Victoria, por varios hechos delictivos similares al señalado.
El prontuario
delictivo del individuo incluye siete registros por robo, asaltos a
mano armada y asociación de malhechores, hechos ocurridos en los años 2012,
2013, 2014, 2015, 2020 y 2023. Este cabecilla dirigió a unas seis personas,
quienes sustrajeron entre otras cosas RD$150,000, 250 dólares; tres relojes, un
Rólex, uno Bulova, un Cartier y un arma de fuego no letal, marca ISSC
Australia. De los señalados las autoridades policiales apresaron tres y otros
tres se encuentran prófugos de la justicia.
Los apresados fueron José
Miguel Olivero Placencio (a) Chiri, Edwin Ariel Cabrera
Kelly (a) El Abuelo, y José Alejandro Ogando Serrano (a)
Alex y/o El Rompedor.
Mientras que los prófugos
son Ruddy Alberto Domínguez Coco (a) Cabeza, y otro
apodado Carpuela y/o Moreno.
ESTAFA
A inicios de febrero en la
misma cárcel de La Victoria fue desmantelada una red de
internet que operaban de forma clandestina los privados de libertad, con la
cual estafaban a ciudadanos.
Entre los equipos ocupados
por la Dirección de Prisiones se contabilizan 12 parábolas de internet
satelital marca Starlink y seis repetidores de señal, los
dispositivos eran ocultados en tapas de los tinacos y en cajas cubiertas de
tela.
Hasta la fecha las
autoridades no han ofrecido mayor información sobre el alcance que tuvo la
supuesta red, ni las medidas en contra de los privados de
libertad implicados.
En el 2022 también la DGSPC
identificó a un recluso que controlaba 89 cámaras de vigilancia en La
Victoria y manejaba un servidor, un repetidor de wifi y 96 routers,
equipos que permitían tener conexión a internet a los más de 7,000 internos
recluidos en el centro.
En la requisa fueron
incautados 508 celulares inteligentes, 107 cargadores, 96 auriculares, una
laptop, dos tabletas, nueve reproductores de DVD, 35 PlayStation, 10 controles
de distintos aparatos, ocho inversores y 173 bocinas.
La requisa permitió
a las autoridades localizar objetos punzantes, porciones de presumible cocaína
y electrodomésticos.
Una red de estafa
telefónica de 30 reclusos que operaban desde seis cárceles del país
fue desmantelada en el 2019 por agentes del Departamento de Crímenes y
Delitos de Alta Tecnología (Dicat). De esta red se identificaron 48
casos de víctimas.
Las acciones delictivas
fueron cometidas desde las cárceles de La Vega, Dos de Mayo, en Moca; Vista del
Valle, en San Francisco de Macorís, el 15 de Azua, Najayo Hombres, en San
Cristóbal y la Penitenciaría Nacional de La Victoria.
Alfredo Souffront fue
señalado como jefe de la banda delincuencial, operando desde una
cárcel de la Vega con reclusos de otras cárceles, cometiendo delitos que
consistían en supuestas entregas de premios, rifas, entre otras.
Otra banda de estafa a
través de venta de utensilios inmobiliarios por internet fue desarticulada en
2017, asociación dirigida por Arismendi Macea López, recluso de La Victoria, e
integrada por otras tres personas.
En 2015 otra banda que
delinquía con equipos de alta tecnología fue identificada por agentes
policiales, requisando 15 celulares, 20 tarjetas de crédito clonadas de varios
bancos de operación comercial, cheques falsificados y distintos tipos de
drogas.
Está banda era dirigida por Leonel
Matos Méndez (El Doctor), recluido en La Victoria por
dirigir un grupo criminal dedicado a la falsificación de cheques y clonación de
tarjetas.
Esta cotidianidad es bien
sabida por las autoridades policiales desde hace años, ya que la prensa
nacional relata que el entonces jefe de la Policía Nacional, Rafael Guillermo
Guzmán Fermín, afirmó en 2008 que desde los recintos carcelarios los presos se
ponían en contacto con delincuentes de afuera, para ubicar negocios y luego
asaltarlos.
En esa misma ocasión, el exjefe de la Policía reconoció que está situación resultaba inquietante para los miembros del cuerpo del orden, debido a que no podían identificar cual sería el blanco de los asaltantes. Por Melanie Cuevas, Listín Diario