Dice apenas el 22 % de electores respaldaron al gobierno, el 78 % se abstuvo o no votó por ellos
Santo Domingo, RD.- El expresidente de la República y
presidente del partido Fuerza del Pueblo (FP), Leonel Fernández, llamó a los
dominicanos a mantener la lucha y mirar hacia adelante, con espÃritu
patriótico, como siempre se ha caracterizado este pueblo.
En un
discurso de aproximadamente 15 minutos, transmitido por una cadena de radio y
televisión la noche de este jueves 22 de febrero, el lÃder de la oposición
polÃtica dominicana resaltó que, en las elecciones municipales del pasado
domingo 18 de febrero, del universo de los electores, apenas el 22 por ciento
respaldaron al gobierno, mientras que el 78 % se abstuvo o no votó por ellos.
“A decir
verdad, si es en base a las estadÃsticas, el partido que resultó triunfante en
las recientes elecciones municipales fue el de los que no fueron a votar, es
decir, el partido de los que se abstuvieron”, subrayó Leonel Fernández.
En la
intervención del lÃder opositor, que también se transmitió por plataformas
digitales, Leonel Fernández resalta que pese al alto nivel de abstención
denunciado, incluso por la Misión de Observación Electoral de la Organización
de Estados Americanos (OEA), en el caso de la Fuerza del Pueblo, esta obtuvo un
76.7 por ciento de crecimiento con respecto a la votación del 2020.
El
expresidente dominicano deploró el plan puesto en marcha por el gobierno,
mediante el cual lograron inducir la abstención. “Se visitaron hogares; se
instalaron centros de compras de cédulas en los alrededores de los colegios
electorales; y hasta se ejerció presión e intimidación en votantes opositores”,
precisó.
Aseguró que:
“el oficialismo ha cantado victoria a destiempo”, teniendo de frente que el 78
por ciento que se abstuvo o no votó por ellos, “es porque no se sintió
identificado con sus promesas incumplidas y sus cantos de sirena”.
“Con la
Fuerza del Pueblo y nuestros aliados, volveremos a retomar el camino del
progreso, la prosperidad y el bienestar de todo el pueblo dominicano”, proclamó
Fernandez, para continuar diciendo que: “Contra viento y marea, e’ pa’ lante
que vamos. Con la gracia de Dios y la voluntad férrea del pueblo dominicano,
venceremos”.
A continuación,
discurso integro:
Pueblo
Dominicano,
En la
opinión pública nacional prevalece la idea, con respecto a los comicios
municipales celebrados el pasado 18 de febrero de que, presuntamente, el
partido de gobierno y sus aliados conquistaron una victoria arrolladora.
Esa
percepción, sin embargo, se ve atenuada ante el hecho de que el número de
electores resultó considerablemente inferior a la de pasados torneos
electorales municipales.
En efecto,
normalmente, hay una participación relativamente baja de votantes en las
elecciones municipales. Pero, en las que recientemente tuvieron lugar, fue
menor de lo que tradicionalmente se acostumbra, incluso hasta de lo que ocurrió
en el 2020, cuando ya se estaba en la antesala de la pandemia del Covid-19.
Ahora bien,
al haber ocurrido lo que acabamos de señalar, el bloque de partidos considerado
ganador solo obtuvo el 22 por ciento del universo electoral. ¿Qué significa
eso?
Significa
que el 78 por ciento de los votantes aptos para ejercer el sufragio no lo
hicieron a favor del PRM y sus aliados o, sencillamente, se abstuvieron.
Eso, a su
vez, nos indica que de las recientes elecciones municipales ha surgido una
situación de crisis de representatividad en la República Dominicana. Con tan
solo el 22 por ciento de los votos en su favor, el partido de gobierno y sus
aliados disponen de la representación de más del 70 por ciento de las alcaldÃas
y alrededor del 55 por ciento de los distritos municipales.
A decir
verdad, si es en base a las estadÃsticas, el partido que resultó triunfante en
las recientes elecciones municipales fue el de los que no fueron a votar, es
decir, el partido de los que se abstuvieron.
Eso es algo
que inclusive provocó la preocupación de la Misión de Observación Electoral de
la Organización de Estados Americanos (OEA).
En su informe preliminar indicó que la participación en el pasado
proceso electoral disminuyó con relación a elecciones municipales anteriores en
República Dominicana; y por tal razón, instó a diversos actores a analizar las
razones de esa baja participación ciudadana para que en el futuro se adopten
medidas que permitan revertir ese escenario de desconexión entre representantes
y representados.
De igual
manera, la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), a través de su
vicepresidente ejecutivo, expresó preocupación por la legitimidad polÃtica,
debido a que son minorÃas las que están eligiendo a las autoridades.
Desde la
Fuerza del Pueblo hemos procedido a realizar un análisis exhaustivo de las
razones por las cuales se produjo esa baja participación en el proceso
electoral del domingo pasado, y hemos llegado a la conclusión de que una de
ellas se debió a que desde las alturas del oficialismo se diseñó una estrategia
orientada, precisamente, a provocar la abstención electoral, en perjuicio de
nuestro partido y de otras organizaciones de oposición.
Eso,
obviamente, resulta novedoso. Nunca habÃamos experimentado algo parecido, que
desde un partido de gobierno se trazara una lÃnea orientada a disminuir el
nivel de participación electoral de los votantes de la oposición.
Como
reconoce la OEA, en ocasiones anteriores se habÃa producido compra de votos por
parte de diferentes organizaciones polÃticas. Pero en esta ocasión fue comprar
votos para inducir un aumento selectivo de la abstención, en perjuicio de los
partidos de oposición, especialmente de la Fuerza del Pueblo.
El gobierno
utilizó esa estrategia debido a que está consciente que actualmente hay un
malestar en la sociedad dominicana; Que el año pasado la economÃa escasamente
creció por encima del 2 por ciento del PIB; que persiste un alto costo en los
productos de la canasta básica familiar;
que hay poco circulante de dinero; que distintos sectores de la economÃa
nacional se encuentran virtualmente paralizados; y que la inseguridad ciudadana
mantiene en zozobra a la familia dominicana.
Ante una
situación de esa naturaleza, tenÃa que tratar de evadir el inevitable voto de
castigo que le esperaba en las urnas.
Para eso,
extendió la entrega del bono navideño hasta el fin del actual ciclo electoral
en el mes de junio; concedió un bono escolar en febrero; la adjudicación
indiscriminada de tarjetas Supérate; de electrodomésticos; de dispositivos
electrónicos para la conexión con el Telecable; el otorgamiento de pensiones
especiales, asà como de otras ayudas sociales, todo lo cual fue debidamente
denunciado.
Para el “DÃa
D”, el momento culminante del proceso electoral, la embestida fue incontenible.
Se visitaron hogares; se instalaron centros de compras de cédulas en los
alrededores de los colegios electorales; y hasta se ejerció presión e intimidación
en votantes opositores.
En fin, se
procuraba que los votantes de la Fuerza del Pueblo y de la oposición no
pudieran ejercer el derecho al voto; y como prueba irrefutable de que fue una
estratagema urdida con inocultable intención malévola está el hecho de que el
mayor Ãndice de abstención estuvo en las localidades con mayor número de
electores, como la provincia Santo Domingo, el Distrito Nacional y Santiago,
donde alcanzó por encima del 65 por ciento.
Ya no habÃa
necesidad de comprar el voto. Solo bastaba que se frenara su ejercicio, en
desmedro del adversario del gobierno.
Era una especie de innovación en nuestro sistema de irregularidades electorales
ideada y puesta en práctica por el partido de gobierno: una abstención inducida
y selectiva, que aumentó la inhibición general del pasado proceso electoral
municipal.
Señoras y
señores,
Con tan solo
el 22 por ciento de los votos, como hemos dicho, el PRM y sus aliados
conquistaron más del 70 por ciento de los alcaldes. Pero eso evidencia que el
78 por ciento que se abstuvo o no votó por ellos, es porque no se sintió
identificado con sus promesas incumplidas y sus cantos de sirena.
El
oficialismo ha cantado victoria a destiempo. Los resultados obtenidos en su
favor, además de ser pÃrricos, fueron logrados en base a un uso desmesurado y
abusivo de los recursos del Estado.
Llama la
atención que lo habÃan vaticinado con la precisión de relojero suizo. Eso
indica que fue una obra premeditada ya que, para alcanzarla, tuvieron que hacer
uso de todas las artimañas previamente enunciadas, que hasta donde estamos
enterados, no eran parte de los indicadores tomados en consideración para la
realización de encuestas.
En el
Derecho Comparado, donde se prueba que en unas elecciones hubo compra de votos,
hace que dichas elecciones sean anuladas. Por esa práctica delictual, hay
sentencias que anulan elecciones en paÃses como México, Argentina, Brasil y
Costa Rica.
Hacemos un
llamado a la Junta Central Electoral, para que en su condición de árbitro y
organizador del proceso electoral, adopte todas las medidas necesarias, para
impedir que acciones como las que precedieron el pasado proceso electoral y se
incurrieron el dÃa de las votaciones, vuelvan a repetirse.
No hacerlo,
debilitarÃa severamente nuestra democracia, que ya por lo ocurrido empezó a ser
reemplazada por una especie de dinerocracia en la República Dominicana.
En el caso
de la Fuerza del Pueblo, me permito externar nuestro reconocimiento y gratitud
a todos aquellos que depositaron su confianza en nuestros candidatos. A pesar
de haber crecido un 76.7 por ciento con respecto a nuestra votación del 2020,
no estuvimos a la altura de nuestras expectativas.
Pero ahora,
es momento de mirar hacia adelante, con espÃritu patriótico, como siempre nos
ha caracterizado. Es tiempo de continuar la lucha, para restituirle un sentido
de dignidad, honra y decencia a la polÃtica. Que una vez más, la consigna es
vergüenza contra dinero.
Para la
democracia dominicana, las elecciones recién transcurridas fueron un luto
nacional, no motivo de júbilo y alegrÃa.
A esos
dominicanos y dominicanas que forman parte de ese 78 por ciento, que se siente
desilusionado por el deterioro de su calidad de vida que ha experimentado
durante los últimos tres años y medio;
frustrado por la incapacidad de satisfacer sus anhelos e ilusiones de
progreso; impotentes por el alto costo de la vida y la inseguridad ciudadana; y
abandonado por la falta de sensibilidad y empatÃa de quienes solo gobiernan
para unos pocos.
A pesar de
todo eso, les decimos, no pierdan la fe. Mantengan viva la esperanza. Con la Fuerza del Pueblo y nuestros aliados,
volveremos a retomar el camino del progreso, la prosperidad y el bienestar de
todo el pueblo dominicano.
Contra
viento y marea, e’ pa’ lante que vamos. Con la gracia de Dios y la voluntad
férrea del pueblo dominicano, venceremos.
Muchas
gracias. Buenas noches.