agencia afpEl Olivar, Chile
El viento sopló el fuego
desde los cerros hacia el poblado, comenzaron entonces las explosiones de autos
y a arder las viviendas, según sobrevivientes de los incendios forestales en
Viña del Mar, en el centro de Chile.
Rodrigo Pulgar, un chofer
de 61 años, estaba en su vivienda atento a las noticias de la emergencia,
cuando las llamas comenzaron a avanzar sobre su comunidad.
"Esto era un infierno,
explosiones. Intenté ayudar al vecino a apagar su auto, mi casa se estaba
empezando a quemar por detrás. Era una lluvia de cenizas", relata el
hombre a la AFP.
Poco antes, por precaución, había regado agua sobre el
techo de madera y al interior de su vivienda, lo que evitó que el fuego la
consumiera. Sus vecinos no corrieron con la misma suerte.
Decenas de casas quedaron
reducidas a paredes ennegrecidas. La mayoría de gente aquí son "personas de edad. La vecina falleció,
porque no la pudimos sacar", contó Pulgar.
Al caer la tarde del
viernes, las llamas se abalanzaron sobre Viña del Mar. Solo en el sector de
Villa Independencia han muerto 19 personas, según las autoridades locales.
El saldo general de fallecidos por las conflagraciones
es de al menos 46, confirmó el sábado el presidente Gabriel Boric, que anticipó
que la cifra iría "en aumento".
Ubicado a 10 km del
epicentro de la tragedia, El Olivar, una área residencial de unos 13.000
habitantes, con casas en su mayoría con techos de madera, vivía su propio
drama.
El viento trajo desde los
cerro hojas en llamas que multiplicaron el fuego en medio de las altas
temperaturas del verano austral, según dijo un brigadista de la Corporación
Nacional Forestal.
La alcaldesa Macarena Ripamonti aseguró que su ciudad
enfrenta "una catástrofe sin
precedentes".
"Mi
ciudad estaba en llamas"
En redes sociales abundan
los relatos e imágenes sobre las explosiones de autos estacionados frente a las
viviendas, a lo largo de estrechas calles.
Este sábado los cerros
volvieron a arder y se emitieron nuevas alertas de evacuación. Según el reporte
más reciente, se han registrado 92 incendios, 40 de los cuales ya fueron
controlados.
Con
el apoyo de helicópteros y aviones, los cuerpos de socorro luchan contra 29
focos.
Anna Karina se encontraba
trabajando en un supermercado, a varios kilómetros de su hogar, cuando se
enteró de que El Olivar estaba ardiendo.
El pánico se apoderó de
ella.
Su hijo de 14 años
estaba solo en casa junto a su mascota. "Yo lo único que pensé era que mi
hijo estaba muerto, que mi hijo se quemó", asegura.
Presa de la angustia,
recuerda que caminó durante varios minutos hasta que la recogió un bus, que
estuvo a punto de quedar atrapado en las llamas.
Al llegar a su barrio,
tuvo que atravesar a pie una calle asediada por el fuego.
Finalmente encontró a su
hijo junto a su perra Luna fuera de la vivienda, que logró salvarse del fuego.
"Mi papá falleció el
año pasado y yo lo único que venía gritando era que mi papá cuidara a mi
hijo", afirma Karina.
Desde 2017, Chile viene
sufriendo incendios forestales de magnitud, que han alcanzado a zonas pobladas
de Valparaíso y otras regiones. El fuego se ha propagado en zonas construidas
en sitios no habilitados.
En Quilpué, cerca de una
autopista de Valparaíso, a unos 15 kilómetros de El Olivar, decenas de familias
perdieron las viviendas que habían levantado en áreas no autorizadas, según
constató la AFP.