Artistas de la escuela de samba Grande Rio desfilan durante las celebraciones del Carnaval en el Sambódromo de Río de Janeiro, Brasil, la madrugada del lunes 12 de febrero de 2024.BRUNA PRADO
agencia efeRío de Janeiro, Brasil
Cientos de miles de
brasileños disfrutaron este martes del último día oficial del Carnaval,
con comparsas multitudinarias en las grandes ciudades del país, algunas de las
cuales tuvieron que finalizar antes de lo previsto por las altas temperaturas.
Por las calles de Río de Janeiro, São Paulo, Belo
Horizonte, Salvador, Recife y hasta Brasilia volvieron a mezclarse la explosión
de colores de los disfraces con el rugir de las baterías de música desde
primera hora.
En Río, meca de la fiesta mayor brasileña, a las 07:00
hora local 10:00 empezó la concentración para el gigantesco 'bloco'
(comparsa callejera) de Ludmilla, una de las cantantes de moda del actual
panorama musical brasileño.
Hasta 600,000 personas se esperaban para el recital de
la también compositora carioca.
LUDMILLA ENCIENDE RÍO
"Es la hora de ponerse
a bailar aquí en Río de Janeiro", exclamó la ganadora de un Latin Grammy
en 2022 en la categoría de álbum de samba/pagode por su trabajo 'Numanice #2'.
Sin embargo, tuvo que dar
por terminada su presentación antes de lo programado por el intenso calor, que
provocó que al menos una treintena de 'foliões', como en Brasil se denominan a
los fiesteros que disfrutan del carnaval callejero, tuvieran que recibir
atención sanitaria.
Ludmilla, cointérprete del
éxito internacional 'No_se_ve.mp3' junto con la argentina Emilia Mernes,
argumentó que su prioridad era la "integridad" de sus fanáticos y
recomendó a la próxima comparsa salir más tarde para evitar el sofocón de las
horas centrales del día.
Para este martes se
esperaban temperaturas máximas próximas a los 40 °C en la capital fluminense.
CAMIONES CISTERNA CON AGUA PARA COMBATIR EL CALOR
En São Paulo, la ciudad más
poblada del país y convertida en un importante polo carnavalesco en los últimos
años, intentaron combatir las altas temperaturas rociando agua entre la
multitud desde camiones cisternas colocados por la Alcaldía.
"Las temperaturas no dan tregua y son bastante
elevadas en todas las regiones de Brasil", advirtió el Instituto Nacional
de Meteorología (Inmet) en sus redes sociales.
Alrededor de medio
centenar de comparsas salieron este martes por las calles de la capital
paulista.
Cornucópia Desvairada
celebró la diversidad cultural con un repertorio en el que combinó géneros como
forró, maracatu, samba y axé. En el centro desfiló Pagu, una batería formada
únicamente por mujeres. Unas 130 se encargaron de tocar los clásicos de la
música brasileña para delirio del público.
En Brasilia, donde se encuentran todos los órganos de
poder, también hubo tiempo para que Calango Careta pusiera a bailar a la
capital brasileña en un ambiente familiar, en medio de la preocupación por el
brote de dengue.
El Distrito Federal, en
situación de "emergencia por salud pública", tiene una incidencia de
la enfermedad de 2,286.2 casos probables por cada 100,000 habitantes, y ha
montado un hospital de campaña para aliviar la presión en la red hospitalaria.
Río de Janeiro también
está en "estado de emergencia" ante el avance de las infecciones por
el virus que transmite el mosquito Aedes aegypti.
Según el Ministerio de
Salud, en todo Brasil ya son más de medio millón de casos probables y 75
muertes confirmadas en lo que va de año, lo que ha obligado al Gobierno a abrir
un centro de operaciones de emergencias para coordinar las acciones contra el
dengue con los gobernadores y los alcaldes.
Sin embargo, aunque el
Carnaval acaba oficialmente este martes en Brasil, muchos están dispuestos a
extenderlo por lo menos hasta el domingo.
Este miércoles de ceniza
también será un día importante, pues los organizadores del Carnaval de Río
elegirán a la escuela de samba campeona entre la docena que desfiló las últimas
dos noches en el sambódromo, que este año cumple 40 años.
Y, de hecho, hay
comparsas previstas para los dos próximos fines de semana de febrero en las
principales ciudades del país y alguna incluso para los primeros días de marzo,
en lo que en Brasil se conoce como poscarnaval y que reúne a las miles de personas
que se resisten a bajar el telón del Carnaval de 2024.